La Navidad es una época de festividades y celebraciones, también de tradiciones gastronómicas que varían de un país a otro. Y esto se refleja en los platos especiales que preparan para la ocasión.
En muchos lugares, los platos de Navidad son deliciosos y reúnen a familia y amigos alrededor de la mesa, sino que además están cargados de significado y tradición. Desde el pavo relleno en Estados Unidos hasta los tamales de México las opciones son tan variadas como las costumbres de cada territorio.
Viajamos por el mundo para descubrir algunos platos representativos de las cenas navideñas, cómo se preparan y qué los hace especiales en sus respectivas culturas.
Cordero asado (España)
El cordero asado es un plato representativo de la Navidad en España, especialmente en regiones como Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha, siendo considerado un manjar para ocasiones especiales.
Aunque la preparación del cordero asado es muy sencilla, requiere tiempo para lograr la textura y el sabor perfectos. Se adereza con hierbas como romero, tomillo, ajo, y se hornea lentamente a baja temperatura, lo que permite que la carne se vuelva tierna y jugosa, con una capa exterior crujiente.
El tiempo de cocción suele ser de 2 a 3 horas, dependiendo del tamaño del cordero. Se sirve con guarniciones sencillas como patatas asadas, verduras al vapor o arroz y se acompaña también con pan para disfrutar de los jugos del asado.
Pavo asado (Estados Unidos)
Este plato preside el centro de la mesa, tanto en Acción de Gracias como en Navidad. Y es que, por su tamaño, el pavo es el alimento perfecto para reunir a grandes grupos familiares.
En su preparación, se adereza con una mezcla de hierbas y especias, como salvia, romero y ajo, y se hornea a baja temperatura durante varias horas, lo que garantiza una carne jugosa y una piel crujiente. Dependiendo de la región y de las costumbres familiares, puede rellenarse con una mezcla de pan, cebolla, apio y hierbas.
Se acompaña con puré de patatas, salsa de arándanos, verduras al vapor y su tradicional relleno. Todo esto hace que su preparación y su consumo se asocien con momentos de unión y celebración, manteniendo así esta tradición arraigada en la cultura navideña estadounidense.
'Roast beef' (Reino Unido)
Presente a lo largo de la historia en la gastronomía británica, el roast beef se prepara utilizando cortes de carne de res de alta calidad, que se aderezan con sal, pimienta y hierbas como el romero y el tomillo, y se hornea a temperatura alta durante un tiempo controlado.
Suele acompañarse de pudín de Yorkshire, patatas asadas, verduras al vapor y salsa gravy, convirtiendo este plato cárnico en una comida sustanciosa, sabrosa y reconfortante. Un verdadero clásico en las cenas de Navidad y Año Nuevo en el Reino Unido.
Tamales (México)
Los tamales son uno de los platos más consumidos en Navidad en todo México y se preparan con esmero en los hogares. De hecho, el rito de reunirse familia y amigos para prepararlos juntos recibe el nombre de "tamaleada".
Tienen un origen prehispánico y se elaboran con una masa de maíz rellena de carne, pollo, chiles, frijoles o incluso frutas, dependiendo de la región y la ocasión. La masa se envuelve en hojas de maíz y se cocina al vapor, lo que les da una textura suave y húmeda.
Los tamales, que se sirven como parte de una gran comida familiar. se acompañan de atole, una bebida espesa de maíz, chocolate o frutas, que ayuda a equilibrar su sabor salado.
Sopa de torta (Chile)
La sopa de torta es un guiso delicioso, lleno de historia, que tiene su origen en el campo, y que es muy apreciado por su sabor reconfortante y por su capacidad para alimentar a toda la familia en las reuniones navideñas. Es una comida típica de estas fechas en el sur de Chile y refleja la calidez de la cocina chilena.
Se elabora con ingredientes humildes: caldo de carne, generalmente de res o pollo, al que se le añade pan remojado, conocido como "torta", que se deshace formando una sopa de consistencia espesa y sabrosa. El plato se sazona con ingredientes como cebolla, ajo, comino y, a veces, guindilla, lo que le da un sabor ligeramente picante, y se puede terminar con un huevo duro o frito por encima.
Jamón asado (Finlandia)
En Finlandia, el Joulukinkku simboliza la abundancia y la unión familiar, y se sirve como parte de una gran cena navideña, en la que no faltan otros manjares típicos, como los salmones y arenques marinados, la cazuela de nabos o la ensalada rossoli, a base de hortalizas de raíz como remolachas, zanahorias, patatas y cebollas.
El jamón (algunos utilizan pavo en lugar de cerdo) se hornea a fuego bajo muy lentamente y durante muchas horas, se adereza con especias y se sirve cortado a rodajas, acompañado de una salsa de mostaza y miel, que le da un toque agridulce, y de puré de patatas y coles de Bruselas. Y, ¿por qué no acompañarlo con glögi, el vino caliente típico de la Navidad finlandesa?
Ensalada Olivier (Rusia)
La ensalada Olivier, también conocida como ensalada rusa o ensaladilla rusa, se ha convertido en un imprescindible en las mesas festivas rusas a lo largo de todo el año, aunque especialmente durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo.
Fue inventada por el chef francés Lucien Olivier en Moscú y, a pesar de que su receta es bastante sencilla, existen multitud de versiones. Las patatas, los pepinillos, los guisantes, los huevos y la mayonesa no pueden faltar. Añadir zanahorias y elegir entre jamón y pollo (aunque también se puede hacer con carne de res), depende de la tradición familiar. Es habitual que se sirva fría, como acompañante para los platos principales.
Sarmale (Rumanía)
El sarmale es un guiso tradicional de Rumanía que lleva rollitos de carne (puede ser de pollo, cordero o cerdo) con ajo, cebolla, pimientos, arroz y especias, envueltos en hojas de col o repollo. Se acompañan con mamaliga (pan de maíz rumano) y smantana, similar a la crema agria, que aporta un contraste ácido al rollito de carne.
Todo esto se cocina a fuego lento en un caldo de tomate, lo que le da un sabor profundo y umami. Aunque se disfruta a lo largo del año, es en Navidad cuando las familias rumanas se reúnen especialmente para preparar y compartir este plato tan representativo de su cultura y tradición culinaria.
Capón relleno (Italia)
Aunque quizás no es tan conocido fuera de Italia como el panettone o el pandoro, el capón relleno sigue siendo una de las delicias indispensables de la Navidad italiana. El relleno varía según la región, pero generalmente incluye carne de cerdo, pan rallado, huevos, hierbas aromáticas y, a veces, frutos secos o pasas.
Como muchos de estos platos navideños, se cocina lentamente, a menudo asado en el horno, y se acompaña con puré de patatas o verduras asadas. Es considerado una elaboración festiva y lujosa debido al costo del ave y la complejidad de la preparación.
Bacalao a la portuguesa (Portugal)
Esencial en las mesas portuguesas durante todo el año, el bacalao tampoco puede faltar en estas fiestas. Para este plato se utiliza el bacalao salado, desmenuzado o en lomos, y se cocina con papas, cebolla, ajo, aceite de oliva y aceitunas negras, a menudo aromatizado con hierbas como el laurel.
Es un plato sencillo pero lleno de sabor que, generalmente, se acompaña con una ensalada de col o verduras asadas, lo que aporta frescura al plato. Además, es una receta que ha pasado de generación en generación, simbolizando la unión familiar propia de estas fechas.