El recetario de postres tradicionales es extensísimo en toda España y es un reflejo de la rica tradición culinaria de cada región. También en Cataluña, donde el brazo de gitano, el xuixo, la coca de Llavaneres, las orelletes o, evidentemente, la crema catalana, triunfan en las sobremesas.
Entre estas delicias también encontramos una receta que sobresale por su sencillez, autenticidad y sabor inigualable: la mel i mató. Un postre icónico de Cataluña, conocido por su exquisita combinación de ingredientes simples pero deliciosos.
La preparación es sencilla y altamente satisfactoria: una base de queso fresco y cremoso, conocido como mató (requesón, en castellano), acompañado de una generosa porción de miel natural —de naranjo, de castaño, de milflores, de eucalipto, etc, según nos guste más— que se corona con frutos secos, como nueces y piñones.
Orígenes medievales y actualidad del 'mató'
El mató, un queso fresco típico de Cataluña, ya aparecía en el libro Sent Soví en el siglo XIV, y fue muy popular en la Edad Media, tanto natural como perfumado. También se menciona en un villancico medieval que ha perdurado hasta nuestros días: "Què li darem, a n'el noi de la Mare? Què li darem que li sàpiga bo? Panses i figues i nous i olives, panses i figues i mel i mató".
Este queso fresco se elaboraba ya en la Edad Media artesanalmente con leche de vaca, cabra u oveja, hirviéndola y coagulándola con un elemento vegetal como la flor de cardo, el jugo de limón o un elemento animal (el cuajo). El resultado es una masa pastosa de color blanco, ligeramente dulce debido a la concentración de lactosa, que se diferencia de otros quesos por su textura cremosa.
Actualmente, son muchos los artesanos que siguen elaborando mató, aunque también se cuente con productos de fabricación industrial. En estos casos, el mató sigue el mismo principio físico-químico, pero utilizando leche pasteurizada y grandes depósitos de acero inoxidable.
Cómo comer el 'mató'
Al ser un queso de textura suave y flonja, sin sal y con un gusto dulce y lechoso, puede comerse también acompañado de mermeladas u otros ingredientes dulces y usarse en la cocina en pastelería o en ensaladas.
Se debe refrigerar a 4ºC (si no, se vuelve agrio) y se conserva aproximadamente unos ocho días. Antes de comerlo, hay que sacarlo fuera de la nevera, hasta que alcance a unos 15ºC.
Receta de 'mel i mató'
Te explicamos los ingredientes que necesitarás y cómo preparar mel i mató en casa:
Ingredientes
- 1 litro de leche de oveja (también puede ser de vaca)
- 1 limón
- Sal
- Miel
- Nueces
Elaboración
- Calienta la leche, añade una pizca de sal y, justo antes de que rompa a hervir, apaga el fuego y deja que se enfríe hasta los 70ºC. Añade el zumo del limón para cortarla y espera hasta que la leche se enfríe.
- Cuela la leche a través de un colador con gasa doblada, formando una doble capa, para que suelte todo el líquido y quede solo la parte sólida. Apreta suavemente con las manos para escurrir lo máximo posible.
- Forma un hatillo con la gasa y ponlo en un molde especial para escurrirlo y dejarlo cuajar hasta que pierda toda el agua, aproximadamente 8 horas.
- Coloca en un molde redondo y deja en la nevera hasta el momento de servir.
- Desmolda y sirve con miel y nueces.
El resultado no sólo es un postre delicioso, sino también un plato que es buen ejemplo de la rica tradición culinaria catalana. Ya sea disfrutado en celebraciones festivas o como una merienda cotidiana, este postre continúa deleitando a quienes lo prueban.