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Frutas de Aragón: el colorista y dulce souvenir de la época romana que vende 200 toneladas al año

Estas deliciosas frutas confitadas, que van recubiertas de chocolate, también tienen una historia que las vincula a Hernán Cortés y al Monasterio de Piedra

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Frutas de Aragón artesanos de la casa Jaysso / Foto: Instagram
Frutas de Aragón artesanos de la casa Jaysso / Foto: Instagram

A aquellos que no se hayan acercado jamás al Pilar de Zaragoza, ni a ninguna de las autopistas que cruzan Aragón, quizás el término Frutas de Aragón no les despierte nada en concreto. No obstante, este nombre es toda una institución que tiene, además, siglos de historia a sus espaldas.

Para quien todavía no se haya situado, las Frutas de Aragón son el dulce y souvenir más típico de la región —con permiso de los Adoquines del Pilar y de la también famosísima Trenza de Almudévar, que compiten fuerte en Zaragoza—, con la salvedad de que para los aragoneses es un bocado muy común durante las comidas Navidad.

Qué son las Frutas de Aragón

Frutas de Aragón y otros dulces de Chocolates Caro / Foto: Instagram
Frutas de Aragón y otros dulces de Chocolates Caro / Foto: Instagram

Este dulce, que para el resto de españoles y de turistas extranjeros es un recuerdo que se puede comprar todo el año, está hecho a base de frutas confitadas y recubiertas de chocolate, con un aspecto que recuerda al de los bombones, pero con un interior que sorprende por el contenido en fruta macerada en azúcar, sin duda, una bomba dulce para no olvidar.

Las más comunes son la manzana y la pera así como las cerezas e higos, aunque también las hay de otras frutas variadas como melocotón y albaricoque. Su campo base, donde nacieron (en su primer estadio de fruta confitada), es la comarca zaragozana de Calatayud de la mano de la empresa chocolatera Chocoter.

Otro rasgo que caracteriza a este postre es su gran cantidad tanto de fans como de detractores: el que ama este bocado no puede tenerlo en casa porque su amor por él es superior, así que quienes adoran las Frutas de Aragón (un público muy local) han probado los montones de variedades en los que está disponible y los almacenan con fruición. 

'El Pilar' en Zaragoza / Foto: Canva
'El Pilar' en Zaragoza / Foto: Canva

Sin embargo, este souvenir desfila desde Zaragoza hasta centenares de hogares y en muchos se queda arrinconado hasta que, al cabo de muchos años, con total discreción, termina en la papelera. Su dulzor extremo no es para todos.

En cualquier caso, este dulce es un hit de la región y se venden unas 200 toneladas por año, una cifra nada desdeñable para un producto regional convertido en souvenir. Este dulce tiene también otra singularidad estética: su cobertura con un papel celofán de atractivos y festivos colores, y su comercializaclión en cajas de madera tipo canastilla muy icónicas.

La fruta y su origen romano

Frutas de Aragón de la casa Jaysso / Foto: Instagram
Frutas de Aragón de la casa Jaysso / Foto: Instagram

Según uno de sus actuales fabricantes, Jaysso —otros bien cocnocidos son Chocolates Caro—, la historia de este dulce arranca en la época romana, hace más de 2.000 años, en el valle del río Jiloca. En esta zona, se cocía la fruta fresca con azúcar en almíbar para conservarla de año en año.

No fue hasta principios del siglo XX cuando esta fruta se comenzó a cubrir con chocolate en la provincia de Zaragoza, y fue entonces cuando se empezaron a conocer como Frutas de Aragón.

Mención aparte merece el Monasterio de Piedra, bonito enclave en el que, por primera vez en España, se cocinó chocolate. Pues bien, el Museo del Chocolate de este complejo explica cómo este exquisito derivado del cacao entró en su infranqueable estilo de vida. 

Según estas explicaciones, fue un monje císter el que viajó con el descubridor Hernán Cortés a México y, al entrar en contacto con el cacao allí, mandó a probarlo al abad del Monasterio de Piedra.

En boca son porciones, obviamente, ultradulces con el toque ligeramente amargo del chocolate. En cuanto a la textura, esta es crujiente en el exterior y blanda en el interior, una combinación de lo más interesante.

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