Las calles se engalanan mientras que los disfraces invaden las principales ciudades de Asturias para disfrutar del Antroxu, un vía crucis de seis días que comienza con el Jueves de Comadres y termina con el Miércoles de Ceniza. Después de unos años en dique seco, la Comunidad recupera su carnaval por la puerta grande, en mayúsculas. También a través de la cocina, donde el Antroxu permite celebrar la festividad a través de platos con gran presencia de productos de matanza y dulces.
Algo tan yerro y vano como el carnaval se convierte en una excusa perfecta para recuperar recetas de antaño, algunas muy desconocidas, que nos permiten demostrar una variedad gastronómica única acompañada de un recetario que, muchas ocasiones, se mantiene gracias a la tradición oral. Como se suele decir por estos lares, "en tiempu d’Antroxu, perdona Dios tou".
Uno de los platos que más se tercian a compartir son los tortos con picadillo. La carne de cerdo condimentada acompaña, con su intenso aroma, a los tortos de harina de maíz que se hacen siguiendo la tradición, casi ancestral, asturiana. Una receta que parece pasar de generación en generación y con aparente simplicidad pero que fue un gran sustento en la época más oscura del siglo XX en el Principado.
[Foto: Mochila de cromo]
No hay menú del Antroxu que se precie que no tenga el pote asturiano entre sus opciones. Un clásico que, si bien se disfruta a lo largo de todo el año (sí, también en verano) es a lo largo del mes de febrero cuando más se consume.
La calidad del compango, habitualmente casero, es clave para disfrutar de un potaje donde prima más la verdura de kilómetro cero que la faba, siempre denominación de origen.
[Foto: La Tenada]
Siero, el cuarto concejo más poblado de Asturias, alberga grandes secretos para el viajero más curioso. Conexión entre el Camino de Santiago por la costa y el Primitivo, que parte desde Oviedo, el concejo cuenta con un rico patrimonio gastronómico que se manifiesta en platos como la tortilla de sardinas salonas. Un delicioso plato típico de estas fechas que combina los huevos camperos de casa con las sabrosas sardinas del Cantábrico. Una especie de confluencia entre la mar y la aldea asturiana en una receta que no muchos conocen y que se está perdiendo en la tradición carnavalesca asturiana.
Lo que se mantiene muy vivo (y cada año más) es la festividad que honra a las mujeres asturianas conocida como Les Comadres. Tertulia femenina, durante la tarde del jueves previa a las fiestas propias del Antroxu, las mujeres de la casa se reunían, de manera intergeneracional, para celebrar la vida y comentar el ir y venir del día a día. En la mesa no podían faltar tortillas (también salonas) así como empanadas y bollos preñados, regados con vino y sidra. Es habitual ver grupos de mujeres disfrutando de este día especial alrededor de algunas de las mejores mesas del Principado.
[Foto: Simply blending]
Uno de los grandes clásicos del Antroxu. Las casadiellas, o casadielles, son una suerte de empanadilla dulce, de forma rectangular, cuyo relleno se basa en un producto tan típico de la zona como la nuez. Su sabor intenso hace que sea un postre muy contundente y que, habitualmente, solo se coma una. El toque de anís le da una gracia a una masa que, sin duda, forma un bocado muy denso.
[Foto: Sweet and Sour]
Uno de los platos más desconocidos del Antroxu es este. Típico de la zona occidental asturiana, esta especie de morcilla blanca puede llevar diferentes elaboraciones dependiendo de las capacidades económicas de cada familia. También se puede presentar como plato salado o dulce.
En el caso del deventre salado, se utiliza grasa de cerdo en su elaboración, así como tocino picado, cebolla, perejil y sal. Su versión dulce se acompaña de migas de un buen pan artesano de la zona, así como canela, abundante azúcar, mantequilla y ralladura de limón.
Tradicionalmente, esta masa se introducía en una vejiga de cerdo, aunque hoy en día no se suele utilizar esta técnica. Ya fuese su alternativa dulce o la salada, sendas se cuecen durante dos horas.
[Foto: Youtube]