Loading...

Tradición e historia

El asiático, el café de barra de Cartagena (Murcia) que nació en el mar

La receta original del café asiático se gestó en los barcos de mercaderes y soldados que, atravesando el Mediterráneo venidos de Asia, tenían como destino el puerto de Cartagena. Esta es la historia de un café que posee hasta su propia copa

4 minutos

Taza de café asiático / Foto: Canva

Es curioso cómo el mismo hecho se repite tantas veces, en tantos lugares distintos: llega alguien que no pertenece a ese ecosistema culinario concreto para descubrir que, con lo que ya hay y una pizca de innovación, se pueden hacer las cosas de otra manera. Y sí, lo anterior vale para hablar de cómo salar un pescado o prensar un queso, pero también para encontrar nuevas formas de beber café

Tazas de café asiático / Foto: Canva

Es lo que sucedió con el café asiático, cuya receta original se gestó en los barcos de mercaderes y soldados que, atravesando el Mediterráneo venidos de Asia, tenían como destino el puerto de Cartagena. Una vez en tierra, los marineros continuaron pidiendo esta bebida tal y como estaban acostumbrados a tomarla, con leche condensada, licor y canela. La idea gustó y fue imitada por los parroquianos locales, que pedían el café “como los asiáticos”. Tan exitosa resultó la fórmula en tierra firme que ¡hasta le diseñaron una copa a medida! Fue precisamente por el desembarco de una receta viajera en el puerto cartaginense que hoy el asiático es toda una institución en la región de Murcia.

Un poco de historia

El primer elemento de esta narración podría ser el propio café, pero en realidad es un puerto: el de la ciudad de Cartagena. Los puertos siempre son nudos de conexión logística, de bienes que se intercambian, que llegan o se van, pero también son espacios que tienden al intercambio en otros aspectos. Como lugares de paso y encuentro, gente muy variada coincide en ellos, y así lo hacen sus costumbres, conocimientos y riquezas. 

Vista actual del puerto de Cartagena (Murcia) / Foto: Canva

A pesar de que España ya había perdido su poder sobre las Filipinas, al principio del siglo XX el puerto de Cartagena era una referencia importante y continuaba siendo un lugar de paso para los flujos comerciales que llegaban de Asia, heredados del paso español por aquellas islas lejanas. En la ciudad desembarcaban marineros, soldados, mercaderes, comerciantes… hombres que venían de largos viajes y que, una vez arribados a puerto, se acercaban a los despachos de comida y bebida regentados por hosteleros locales. Fue en ellos cuando, al pedir el café como solían tomarlo en alta mar, bajaron literalmente a tierra firme una nueva forma de preparar esta bebida, que resultó muy exitosa.

La receta del asiático

Mientras se encontraban embarcados, los marineros que iban o venían a Asia estaban acostumbrados a tomar el café con leche condensada, que era de la que disponían, pues podía mantenerse en buenas condiciones durante largos trayectos. Al café con leche le añadían el alcohol que estuviera disponible a granel en el barco, normalmente un licor, encargado de sumar al despeje propio de la cafeína el efecto de entrar en calor y entonar el cuerpo. 

Ramas de canela y granos de café / Foto: Canva

Al trío café, leche y licor sumaron la canela, que era uno de los productos que venía en los barcos y que se descargaba en Cartagena para comerciar. Con la rama de canela removían la bebida y daban otro matiz de sabor a la elaboración. Cuando la población local observó como tomaban café los marinos, quisieron probarlo y pidieron “lo mismo que ha pedido el asiático” o el café “como lo toma el asiático”, dando nombre así a esta versión de café. Más tarde, la receta evolucionó pasando a incluir en la parte alcohólica Licor 43, que se fabrica en la misma Cartagena.

Una copa sin fuste y con patente

La receta, que se enmarca en la familia de los carajillos, recuerda a la del barraquito canario. Hemos buscado las diferencias para encontrar que, aunque la esencia de la preparación es muy similar, hay un gran elemento diferenciador en el caso del asiático. Y es que este café posee su propia copa, que forma parte de su identidad, y que se diseñó haciendo un ajuste básico, pero que le aporta gran personalidad y la caracteriza.

Capas del barraquito canario / Composición de Hule y Mantel

CaféLab, cafetería de especialidad con base en Murcia y Cartagena, ofreció el mejor café asiático en el stand de la Región de Murcia en Madrid Fusión 2022. Allí hablamos con Fran Bernal, su CEO, para saber más de la copa del asiático y de su elaboración."En Cartagena había una fábrica de vidrio de la Unión Vidriera de España, que tenía tres en todo el país, una de ellas en Santa Lucía, puerto pesquero de Cartagena, en la que se fabricaba una copa que se usaba para vermut", apunta Fran. 

Fue esta misma copa la que se “tuneó” y se convirtió en objeto de patente. "Originalmente tenía una pared gruesa de cristal, que mantenía la temperatura en una bebida en la que solo se incluía un elemento caliente: el café", indica Fran. Con el tiempo, y al emplearse para tomar este tipo de café, se le retiró la pierna, acortándola y haciéndola más práctica para el manejo y servicio, pues el modelo resultante es más fácil de meter bajo la cafetera y de transportar en bandeja. Como curiosidad, Fran, que también es maestro tostador de Cafés Bernal, indica que "la copa del asiático puede llevar unas marquitas sobre el cristal que determinan la receta impresa en la copa. Cada marca determina la cantidad necesaria de cada ingrediente".