Las tareas de la cocina, incluso las más simples, pueden tener sus propios misterios. Cocer y pelar huevos cocidos es un gran ejemplo de esto. Aunque existe un sencillo truco para hacer este proceso mucho más sencillo y tener un resultado óptimo.
Antes de comenzar a cocinar, es esencial verificar el estado de los ingredientes: en este caso, la frescura es uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir qué huevo vamos a cocer. Para ello, podemos fijarnos en algunos detalles como, por ejemplo, la textura de la cáscara, la fecha de caducidad o el sonido al agitarlo.
Cuál es la cocción perfecta del huevo
La cocción adecuada del huevo es esencial para sacar el mejor sabor del mismo. Los expertos recomiendan aplicar un fuego lento, manteniendo una temperatura constante entre 80 y 85 grados. Esto evita que la cáscara se rompa y asegura una yema jugosa y una clara firme pero no dura. Para obtener un huevo cocido perfecto, dependiendo del punto de cocción deseado, es recomendable seguir estos tiempos:
- Yema líquida y clara, casi cuajada: 3-4 minutos.
- Yema medianamente líquida: 5-6 minutos.
- Yema dura: 8 minutos.
También es importante sacar los huevos del refrigerador con antelación, alrededor de media hora antes de cocerlos, para evitar el choque térmico que puede causar fisuras en la cáscara. Esto es algo que muchos no tienen en cuenta y es algo relevante en el resultado final.
Cómo pelar los huevos cocidos
Una de las claves para que el paso final sea exitoso es no olvidarse de agregar una cucharada de sal al agua de la cocción. Una alta concentración salina facilita el pelado. Además, si un huevo no es completamente ovalado y alguna parte está plana, le falta agua, lo que indica que no es del todo fresco.
Rodrigo de la Calle, chef y propietario de El Invernadero, ganador de una estrella Michelin y dos soles Repsol, explicó en un showcooking de la mano de Be Casa que después de cocer los huevos, hay que sumergirlos inmediatamente en un recipiente con agua fría y dejarlos enfriar durante unos minuto. Esa es la clave. El choque térmico no sólo detiene la cocción, sino que también ayuda a separar la membrana interna de la cáscara del huevo, facilitando el pelado.
Además, es idóneo utilizar vinagre. En un cuenco, echa un buen chorro de vinagre, pon el huevo y observa cómo a los 10 segundos empiezan a salir burbujas y el vinagre se come la piel sin penetrar. A los 15 minutos aproximadamente, se podrá pelar como si fuese papel y el huevo quedará listo para su consumición.