Las pastelerías se llenan estos días de panellets de piñones (y de muchas otras especialidades), huesos de santo y otros dulces típicos de la Castañada y Todos los Santos. También es época de boniatos, calabaza y, obviamente, de castañas.
Las castañeras y los castañeros seguro que ya se han instalado en las calles de tu ciudad, con ese olorcito que desprenden y que rememora unos otoños menos calurosos que el actual. Pero si lo que apetece es comerlas en casa recién hechas y bien calentitas, existen diversos métodos que podemos utilizar: te contamos cómo asar las castañas al horno, a la sartén, al microondas, hervidas o con la freidora de aire ('aifryer').
Pero antes de ponerse manos a la obra en la cocina, conviene seguir otras recomendaciones. Primero, escoger castañas de tamaño medio o grande, que tengan una carne firme al apretarlas y una piel brillante. Una vez compradas, hay que lavarlas con agua fría, secarlas, desechar aquellas que tengan agujeros o estén deshidratadas y guardarlas en un ambiente húmedo.
Antes de prepararlas, con la ayuda de un cuchillo afilado, les haremos un pequeño corte en forma de cruz que atraviese el caparazón y la piel interior, para que al asarlas no exploten. Y, si podemos, las dejaremos como mínimo dos horas a remojo para que se hidraten y se puedan digerir más fácilmente. ¿Empezamos?
Castañas al horno
Con el horno precalentado a 200ºC durante unos 10 minutos, se colocan las castañas en una bandeja en la parte baja del horno y con la opción de calor arriba y abajo. Activar el ventilador también será de ayuda. El tiempo varía según su tamaño, pero para un calibre medio, lo adecuado es cocerlas durante 10 minutos, darles la vuelta y dejarlas durante 10 minutos más. Por último, las retiramos del horno y las tapamos o envolvemos con un trapo de algodón para mantenerlas calientes.
Castañas a la sartén
Primero hay que pasar por una ferretería y comprar una sartén agujereada, a no ser que se os de bien el bricolaje y os animéis a perforar una sartén vieja con un taladro. El motivo es que los agujeros permiten que las castañas se asen en contacto con el fuego. Con una sartén tradicional también puede funcionar. Para que queden bien hechas necesitan fuego fuerte. No hay que taparlas y conviene ir moviendo ligeramente la sartén para que giren y se vayan cocinando de manera uniforme. El tiempo aproximado suele ser unos 30 minutos. Igual que si las hacemos al horno, al taparlas con un trapo mantendremos su calor y las pelaremos sin complicaciones.
Castañas al microondas
Es el método menos ortodoxo, pero es un recurso que funciona en caso de no tener demasiado tiempo. Colocamos una pequeña cantidad de castañas en un recipiente apto para microondas con tapa, que nos permitirá mantener el vapor dentro. Dependerá del microondas, pero con una potencia media de 800 W tardaremos entre 2 y 4 minutos en tenerlas hechas, y con una textura entre asada y cocida. Hay que tener precaución al abrir el recipiente porque el vapor estará concentrado. Las dejamos enfriar durante unos segundos y las pelamos cuando aún estén calientes, ya que nos será más fácil.
Castañas hervidas
En este caso, no hay que dejar las castañas a remojo previamente y sí que hay que quitarles el caparazón. Se ponen a hervir en una olla con agua abundante y se cocinan a fuego medio entre 30 y 40 minutos. Cuando falten 2 o 3 de minutos para terminar la cocción, se puede añadir una pizca de comino y un poquito de anís para que cojan sabor. Con la ayuda de una espumadera, las retiramos y las disponemos en un cuenco con agua y hielo para cortar la cocción. Las podremos utilizar para elaborar salsas, cremas y otras recetas otoñales.
Castañas con freidora de aire
Ponemos las castañas, a las que habremos hecho un corte previamente, en la cesta de la airfryer sin que queden demasiado amontonadas. Es preferible hacer diversas tandas. Las asamos a 200º C entre 10 y 14 minutos, dependiendo de la freidora que utilicemos y del grosor de estas. A mitad de cocción, podemos sacar la cesta y moverlas ligeramente para recolocarlas y que se cocinen por todos los lados. Si las queremos más cocidas, emplearemos más tiempo. Al gusto. Las retiramos y las pelamos cuando aún estén calientes. Es el sistema más limpio y fácil para preparar este delicioso tentempié de otoño.
