Como mencionábamos en el artículo de cómo congelar caldos y sopas, en ocasiones las obligaciones diarias no nos dejan tiempo para cocinar cada día, aunque en Hule y Mantel intentemos ponértelo lo más fácil posible con nuestras recetas como la de caldo de verduras, porrusalda o sopa de coliflor especiada,
A la hora de descongelar, es importante tener varios conceptos claros para evitar que la comida por dentro quede fría, que el plato no sepa igual o incluso intoxicaciones alimenticias.
¿Cómo tengo que descongelar?
Para empezar, en caso de que el bloque de caldo congelado se haya pegado al táper o la bolsa, algo que puede pasar con facilidad, abre el grifo y pasa la parte trasera del recipiente cerrado por el chorro de agua caliente.
Una vez desmoldado el contenido, tienes varias opciones. La opción idónea es poner el bloque en un plato y dejarlo en la nevera la noche anterior, para que el caldo o sopa se descogele poco a poco y la comida pueda preservar todo su sabor, textura y propiedades. Después, solo te quedará calentarlo. De hacerlo así, no deberías notar la diferencia entre comer la sopa en ese momento o recién hecha.
Pero si cuando has decidido por acudir a esa sopa que tienes en el congelador ya es demasiado tarde para poder dejarla descongelar lentamente en la nevera, entonces puedes optar por añadir un poco de agua a la olla para luego verter el bloque congelado y calentarlo a fuego medio. El agua es una pieza clave para este proceso de descongelación, porque conseguirá que la sopa no se queme mientras se calienta.
La última opción es descongelar el bloque directamente en el microondas. Este es sin lugar a dudas el método más rápido, pero también el más desaconsejable si quieres que la comida preserve el sabor y textura previo al proceso de congelación.
Si tienes prisa y te decantas por esta opción, debes tener en cuenta que cuanto más pequeña sea la porción a descongelar, más fácil y exitoso será el proceso. Para que la comida se caliente de forma uniforme y no solo en la parte superior, es imprescindible que pongas el microondas en la opción de descongelar (normalmente donde está el símbolo del copo de nieve).
Cuando todo el bloque esté descongelado, tendrás que volver a poner el electrodoméstico en la opción de calentar y encenderlo en ráfagas de 30 a 45 segundos, removiendo el contenido entre las ráfagas. Así te asegurarás de que el caldo del interior del plato también esté caliente y listo para comer.
El caldo o sopa aguantará tres días en la nevera una vez descongelado, siempre y cuando lo metieses en el congelador el mismo día de cocinarlo. Si el caldo ha estado merodeando unos días por la nevera antes de pasar al congelador, entonces solo aguantará un día tras el proceso de descongelación. También es importante que recuerdes que los alimentos no pueden volver a congelarse una vez descongelados.