Tortilla de calabacín: la receta más ligera (una alternativa a la patata)

Puedes hacerle el salto a la tortilla de patatas con esta receta jugosa y de fácil digestión. Te contamos cómo preparar una tortilla de calabacín perfecta

Plato con tortillas de calabacín / Foto: Canva
Plato con tortillas de calabacín / Foto: Canva
Plato con tortillas de calabacín / Foto: Canva
Plato con tortillas de calabacín / Foto: Canva

Aunque se encuentra en los mercados todo el año, la temporada óptima del calabacín empieza en el mes de mayo y se extiende durante todo el verano. Esta hortaliza, de fácil digestión y con poca aportación calórica, es una buena alternativa a las canónicas patatas de una tortilla, ya que aporta jugosidad, humedad y una textura muy agradable.

Se trata de una tortilla muy nutritiva y el complemento ideal para una dieta de adelgazamiento o, sencillamente, para una dieta sana y más equilibrada. Una ración tiene 185 calorías y un alto contenido en fibra vegetal y agua. Así, lograrás hidratarte con mayor facilidad y mejorar tu salud digestiva.

Calabacines sobre una mesa de madera / Foto: Canva
Calabacines sobre una mesa de madera / Foto: Canva

Quizás pienses que el calabacín suelta demasiada agua o que resulta más complicado encontrar su punto exacto de cocción. Sin embargo, como comprobarás a continuación, con una receta adecuada obtendrás un buen resultado. Hemos elegido una propuesta con cebolla, ya que este ingrediente siempre le da una pincelada de sabor extra al plato.

De ti depende tomar nota de nuestra receta y preparar una exquisita tortilla de calabacín. Descubre todos sus secretos, los mejores trucos y los consejos más eficaces. ¡Triunfarás!

Información

  • Tiempo TOTAL

    25 minutos

  • Tiempo de PREPARACIÓN

    10 minutos

  • Tiempo de COCCIÓN

    10 minutos

  • DIFICULTAD

    FACIL

  • COSTE

    € €

  • TIPO DE PLATO

    Plato principal

  • TEMPORADA

    Verano

  • TIPO DE DIETA

    Sin gluten

  • TIPO DE COCINA

    Mediterránea

  • TÉCNICA

    Freír

  • INTOLERANCIAS

    No apta para veganos

Ingredientes (para 4 personas)

  • 4 huevos
  • 1 calabacín mediano
  • 1 cebolleta
  • Aceite
  • Sal

Preparación

  • Lava, corta y calienta el calabacín

    Tras lavar el calabacín muy bien, córtalo en dos mitades y cada una de ellas en láminas muy finas. Ponlas en un recipiente apto para microondas y caliéntalas durante ocho minutos a la máxima potencia.

  • Dora la cebolleta

    Corta la cebolleta en juliana y dórala en una sartén un poco honda, con un poco de aceite. Debe quedar pochada.

  • Incorpora el calabacín

    Cuando veas que la cebolleta está perdiendo textura, añade el calabacín. Remueve durante un par de minutos.

  • Bate los huevos y mezcla los ingredientes

    Emplea un bol para batir los huevos con un poco de sal. Incorpora las hortaizas, mezcla bien y déjala reposar unos minutos.

  • Haz la tortilla

    Puedes utilizar la misma sartén en la que has dorado la cebolla y el calabacín eliminando el exceso de aceite. Bastará con vuelta y vuelta, ayudándote con plato para voltear la tortilla, aunque todo dependerá del punto de cocción que prefieras. Sirve inmediatamente.

Truco

  • Si usas huevos de corral, el sabor será más intenso.
  • Comprueba que el calabacín no tenga ninguna hendidura o parte blanda. La piel debe ser firme y resistente.
  • El tamaño del calabacín es esencial para que la mezcla sea homogénea. No dudes en añadir un huevo más, o los necesarios, para que la tortilla quede perfecta.
  • No te olvides del punto de sal tanto al batir los huevos como al sofreír la verdura. Te ayudará a potenciar mejor los sabores.
  • La sartén debe ser de tamaño pequeño o mediano para que la tortilla resultante tenga cierta altura y visualmente sea más atractiva.

Consejos

  • Puedes tomar la tortilla fría sin ningún problema, ya que mantiene su sabor.
  • Pruébala sin ningún aderezo para que te sea más fácil apreciar sus matices.
  • La receta se presta a preparar una tortilla de dos huevos y a combinarla con otras tortillas creando un pastel exquisito.
  • Si no te gusta la cebolla, puedes eliminarla y hacer la receta siguiendo el proceso antes descrito.