Salmorejo cordobés tradicional. La receta más básica y refrescante
Una sopa fría histórica, nutritiva y refrescante. La receta del salmorejo cordobés lo tiene todo y además acepta que la versiones a tu gusto. Es un básico de cocina que te sacará de muchos apuros
El tomate llegó a España el s.XVII, pero le costó Dios y ayuda popularizarse, literalmente lo de la mención divina. Su aspecto no le abrió más puertas que la de ciertos jardines y claustros y no como ingrediente, sino como una planta ornamental. La primera vez que lo encontramos en un recetario es en 1745, de un franciscano de La Almunia de Doña Godina bautizado como Raimundo Gómez, pero universalmente conocido como Juan de Altimiras. Una vez entró en las cocinas, ya no hubo quien parara su expansión.
Sin embargo, cabe mencionar que el salmorejo, como el gazpacho, son previos al tomate, dado que machacar pan tosco con agua, aceite y vinagre es tan antiguo como el silbar. El fruto venido de América sacó los colores a los majados y aquellos quitahambres evolucionaron hasta las innumerables versiones que hoy conocemos en restaurantes y casas. Sin duda, de todos los platos de la península, no existe mayor oda al tomate que el salmorejo cordobés.
Pura vitamina y refresco, puro disfrute y alimento. Aquí ofrecemos la receta más canónica y tradicional, la que solo emplea seis ingredientes: tomate, pan, ajo, vinagre, aceite y sal. Si te animas a darle al mortero o al dornillo, allá tú, pero con una batidora lo tienes en 5 minutos. Y, como queremos que nos salga fino, fino, un colador o un chino. Si no tienes, tampoco pasa nada, trituras hasta que quede a tu gusto. La decoración más arraigada es la del huevo duro y el jamón ibérico, por supuesto, son incontestables.
Información
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Tiempo TOTAL
5 minutos
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Tiempo de PREPARACIÓN
5 minutos
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DIFICULTAD
FACIL
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COSTE
€ € €
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TIPO DE PLATO
Primer plato
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TEMPORADA
Verano
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TIPO DE DIETA
Sin lactosa
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TIPO DE COCINA
Andaluza
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TÉCNICA
En frío
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INTOLERANCIAS
No apta para celíacos
Ingredientes (para 4 personas)
- 1 kilo de tomates maduros tipo pera o en rama
- 100 gramos de pan blanco duro, preferiblemente candeal
- 1 diente de ajo
- 100 gramos de aceite de oliva virgen extra
- Vinagre de Montilla-Moriles o de Jerez
- Sal
Opcional:
- 3 huevos duros
- 100 gramos de jamón ibérico o taquitos
Preparación
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Lava y tritura los tomates
Lava bien los tomates, quítales los pedículo, tritura en una batidora o robot. Cuando termines, cuela o pasa por el chino para descartar las pieles, semillas o partes más bordes como la columela.
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Tritura con el resto de ingredientes
Trocea el pan y mételo con el tomate ya colado, el ajo y la sal. Tritura de nuevo a la vez que agregas el aceite poco a poco, con un filo hilo, para que emulsione.
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Opcional: pica el huevo y decora con el jamón
Ralla o pica los huevos finamente sobre el gazpacho y corona con jamón
Truco
- Déjalo reposar al menos 1 hora en nevera para que los sabores se asienten
Consejos
- Las mejores variedades de aceite con la picual, el arbequino, el picudo y la hojiblanca. Según el que escojas tendrás un sabor más picantón, más suave o más amargo.
- No vale cualquier pan. Lo ideal es el pan blanco de telera, candeal o si no tienes, uno de miga bien prieta. Antiguamente se empapaban en salmuera o vinagre, hoy día con unos minutos en agua si está muy duro, te sirve. Pero si no remojas tampoco pasa nada, lo desmunazas y ya.
- La textura va a gustos. Si te queda muy líquido, añade más pan. Si te queda demasiado compacto, puedes corregirlo con más tomate o bien aprovechar esa textura, extenderla en una tostada y coronarla con jamón. Es una tosta bien rica.