Lo mejor de la huerta invernal está bajo tierra, lo contábamos en el artículo Raíces, bulbos y tubérculos: cómo cocinar la mejor despensa vegetal del invierno. Y, por supuesto, los tubérculos más mundialmente conocidos y utilizados son las patatas, que en invierno necesitamos que sean ricas en almidones para engordar caldos y cocidos.
Sobre la versatilidad de las patatas no hay debate posible. Y es que de este ingrediente tan humilde, es posible obtener unos resultados impresionantes. Por eso, hoy nos hemos querido fijar en una receta de la cocina tradicional que tiene estos tubérculos como protagonistas: las patatas a lo pobre, que tanto funcionan como plato o como guarnición de una receta de carne o de un par de huevos fritos
Se llaman así porque los más humildes las preparaban con lo que tenían a mano. Su origen se sitúa en el sureste de España. Dependiendo de la fuente consultada, algunos afirman que nació en la Alpujarra granadina, otros dicen que en Almería y muchos aseguran que en Murcia. Lo que es más probable es que fuera una receta de pastores trashumantes o de campesinos que necesitaban completar sus platos y aportarles más sabor.
Bien preparadas son una delicia que combina muy bien con distintos ingredientes principales. Y, por suerte, pueden sacarte de un apuro en cualquier momento, ya que ofrecen un espléndido resultado. Al ser una opción informal, los puntos de cocción son algo más flexibles. Lo importante es evitar las patatas fritas congeladas y elegir una guarnición completa y nutritiva.
Información
Tiempo TOTAL
30 minutos
Tiempo de PREPARACIÓN
10
Tiempo de COCCIÓN
15 minutos
DIFICULTAD
FACIL
COSTE
€ € €
TIPO DE PLATO
Plato principal
TEMPORADA
Invierno
TIPO DE DIETA
Vegetariana
TIPO DE COCINA
Mediterránea
TECNICA
Freír
Ingredientes AmpRecipeViewer.default.yields
Si no tienes una, corta cada patata por el centro y luego haz rodajas de medio centímetro de grosor. Mételas en agua con sal gorda.
Quítales las semillas a los pimientos y córtalos en tiras con un grosor máximo de un centímetro.
Para comprobar el punto, añade los dientes de ajo tal cual. Cuando empiecen a bailar, retíralos con la espumadera y añade las patatas. En cuanto empiecen a ablandarse, añade los pimientos y finalmente la cebolla.
Lo que indica que es el momento de retirar del fuego la sartén y de ir disponiendo las verduras sobre un plato con papel absorbente. Remata con sal fina y con los dientes de ajo por encima.