Gambas al ajillo: una tapa deliciosa y muy socorrida

Las gambas al ajillo siguen siendo un clásico de nuestra cocina, ya sea para un tapeo o como aperitivo de una comida. Te contamos todos los secretos de la receta clásica

Tapa de gambas al ajillo / Foto: Canva
Tapa de gambas al ajillo / Foto: Canva
Tapa de gambas al ajillo / Foto: Canva
Tapa de gambas al ajillo / Foto: Canva

Servidas en la barra de un bar con una caña de cerveza o degustadas sobre un buen mantel junto a un espumoso, las gambas al ajillo son una de esas recetas que triunfan en todos los contextos, y cada establecimiento le aporta un sabor distinto y una pincelada personal. 

En casa también las podemos preparar ya que se trata de un plato sencillísimo y que requiere poco tiempo de elaboración. Conviene servirlas al momento, para disfrutarlas bien calientes, preferiblemente en un plato o cazuela de barro, para mantener su temperatura.

Gamba posando frente al mar / Foto: Canva
Gamba posando frente al mar / Foto: Canva

Y no olvides tener a mano un buen pan, ya que el aceite en el que se cocinan es una auténtica delicia que invita a mojar sin parar.

Hemos buscado la receta más tradicional para que, cuando las prepares en tu casa, degustes ese sabor de siempre que tanto te gusta. A continuación, te explicamos la receta, con trucos y consejos, para sorprender a tus comensales.

Información

  • Tiempo TOTAL

    20 minutos

  • Tiempo de PREPARACIÓN

    15 minutos

  • Tiempo de COCCIÓN

    2 minutos

  • DIFICULTAD

    FACIL

  • COSTE

    € €

  • TIPO DE PLATO

    Entrantes

  • TEMPORADA

    Verano

  • TIPO DE DIETA

    Sin gluten

  • TIPO DE COCINA

    Mediterránea

  • TÉCNICA

    Freír

  • INTOLERANCIAS

    No apta para veganos

Ingredientes (para 4 personas)

  • 500 gramos de gambas frescas grandes
  • 3 dientes de ajo (aproximadamente)
  • 1 cayena (si no te gusta el picante, no la añada)
  • Perejil fresco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra molida

Preparación

  • Pela y limpia las gambas

    Presiona ligeramente con los dedos para retirar la cabeza y piel de las gambas. Puedes reservarlas para hacer un fumet para otra preparación.

    Retira el intestino, así evitarás que haya arenilla al comerlas. Lávalas, sécalas con un papel absorbente y añade sal y pimienta. Reserva.

  • Prepara el ajo, el perejil y la cayena

    Pela los ajos y córtalos en láminas fijas. Pica un puñado de perejil fresco. Y corta la cayena a trocitos pequeños. Reserva. 

  • Calienta el aceite

    Pon a calentar una cantidad abundante de aceite en una cazuela de barro. Cuando esté bien caliente, añade el ajo y la cayena. Cocina unos minutos, evitando que el ajo se tueste demasiado.

  • Cocina las gambas y emplata

    Pon el fuego fuerte y añade las gambas cuando el aceite humee ligeramente. Sazona, baja el fuego y cocina un par de minutos o hasta que veas que las gambas cambian de color. Retíralas del fuego, como el aceite estará muy caliente seguirán cocinándose solas.

    Emplata las gambas y decora con el perejil fresco por encima.

Truco

  • Emplea una cazuela de barro por cada comensal para que te sea más fácil conseguir el punto de cocción perfecto para las gambas.
  • Sirve de inmediato para que las gambas terminen de hacerse mientras se degustan.
  • Las cayenas son prescindibles, pero aportan una pincelada de sabor muy interesante que enriquece el plato.

Consejos

  • Compra solo gambas de calidad si quieres que el resultado sea el mejor posible. Si son frescas, mejor que mejor. Así, evitarás que suelten agua durante su cocción.
  • Los ajos morados aportan más aroma e intensidad. En este caso, usa menos cantidad para equilibrar el sabor final y reducir su potencia sensiblemente.
  • El uso de una cazuela de barro te garantiza una cocción uniforme y servir las gambas directamente. Cocinarás las gambas en su jugo y potenciarás su sabor.
  • Sirve tus gambas al ajillo como aperitivo o como plato único. Su maridaje con vino blanco o espumosos es excepcional.