La cara B de las fiestas de La Mercè, la de los destrozos y los saqueos, parece que empieza a cronificarse. Si el año pasado la mayor damnificada fue Confecciones Ros, una tienda histórica de la calle Creu Coberta, en el distrito de Sants-Montjuïc (Barcelona), en esta ocasión le ha tocado el turno a la vecina Charcutería La Muntanya, un establecimiento familiar que desde 1966 provee a los vecinos del barrio de los mejores jamones de Jabugo, Guijuelo y Extremadura, así como otros embutidos ibéricos y quesos.
Hablamos con Sergio San Segundo, propietario, en la puerta de la charcutería, cuyo escaparate luce completamente destrozado, tal y como se puede ver en las fotos que acompañan esta noticia. "Todo lo que había en el escaparate, jamones y embutidos, se lo han llevado, todo ha desaparecido. Más un frontal detrás del mostrador donde también teníamos jamones, y el cajón con unos 500€ de cambio". Sobre las pérdidas totales, apunta: "Todavía no lo sabemos, no las hemos podido valorar".
Jamones como arma destructiva
Los destrozos han sucedido sobre las 5 de la mañana —tras el desalojo de los conciertos en plaza España—, explica San Segundo, y los asaltantes han utilizado algunos de los jamones sustraídos para lanzarlos contra el escaparte de la tienda Confecciones Ros, que lamentablemente, por segundo año, vuelve a verse afectada por este tipo de comportamientos. Aunque, según ha contado uno de sus responsables, Vicenç Ros, a Hule y Mantel, no han sufrido ningún robo, pero sí roturas en los cristales de sus escaparates.
Los vecinos del barrio saben que la Charcutería La Muntanya cuenta con una magnífica bodega de jamones, algo que, por suerte, los asaltantes desconocían. Así que esta zona no se ha visto afectada por el saqueo. "Supongo que no lo sabían, pero también entiendo que esto ha sido más o menos rápido y no les ha dado tiempo", dice el propietario.
Vandalismo sin control
También apunta que, a pesar de lo que ya había sucedido en esta misma calle el año pasado durante las fiestas de La Mercè, no se esperaban que la situación se volviera a repetir. "Si lo hubiéramos pensado, habríamos reforzado la tienda de otra manera. Lo que sí que vemos es que esto se está descontrolando. Llevamos abiertos desde 1966 y nunca había pasado nada, no había habido ningún problema de este tipo, y el sistema siempre ha sido el mismo".
San Segundo se queja de la falta de control policial y cree que estos actos responden a una clara voluntad de vandalismo, pero también a un interés por el robo. "Ya que estamos, pues de todo un poco", ironiza a pesar de la complicada situación que están viviendo. Esta noche siguen los conciertos y la fiesta en plaza España y su máxima preocupación es cómo cerrar la tienda, ya que no puede vaciarla de todos esos jamones y embutidos. Reclama así que "refuercen con más policía", algo que ya han solicitado a los responsables del Ayuntamiento que han acudido esta mañana a visitarles.