La trufa negra, el sabor top del invierno. Como cada año por estas fechas, el chef Jonay Hernández se trae la preciada trufa negra a su restaurante La Vieja, en Palma de Mallorca. A partir de su recetario, tanto de cocina como de cócteles de vanguardia, Jonay utiliza este producto, que nos hace soñar en bosques maravillosos, para exaltar los sabores originales y llevarlos a la cima de los gastronómico.Platos de origen canario como el quesillo se solazan en la trufa, y especialidades de alta gourmanderie como el huevo en dos cocciones o la sofisticada ostra verde, también. Como novedad, la melanosporum se introduce también durante estas Fiestas en diversos cócteles, como el negroni trufado. Para los fans más truferos, la trufa en La Vieja se puede pedir asimismo en cualquier plato de la carta.La Vieja para celebrar en casa. Para aquellos que prefieran celebrar en privado, Jonay ha preparado un sugerente menú take away con algunos de sus platos más deseados. Las cajas contienen un menú completo, empezando por un picoteo a base de croquetas de escaldón de gofio y bacalao, trufas de foie gras y pistacho verde y su famosa ensaladilla de batata. Como principal, el goloso canelón de ropa vieja con bechamel de hierbas y jugo de carne. Y de postre, otro de sus grandes hits: el quesillo “de mi madre” con crema de barraquito. El precio de este menú para llevar es de 25 euros por persona, y los pedidos se deben realizar antes del 20 de diciembre para recoger el 24 antes de las 16 horas.
Quesillo. La Vieja.
La seguridad, lo primero. La Vieja tiene instalado en su interior un potente aparato de circulación del aire, que mantiene el ambiente con altísima calidad higiénica. Este sistema, similar al que utilizan las líneas aéreas, permite tener la atmósfera limpia de aerosoles gracias a su continua extracción. Por otro lado, Jonay está remodelando la terraza del restaurante con grandes toldos para climatizarla y permitir, aun en invierno, comidas, cenas y sobremesas cálidas y confortables.La Vieja, ubicado en el centro de Palma de Mallorca, sigue subiendo el listón gastronómico de su cocina, expresión colorida del eje canario-balear y todo un hot spot para descubrir el frescor, los intensos sabores y los infinitos matices de las tradiciones tinerfeñas bañadas con la luz mallorquina.