Además de playas y fiesta, Ibiza también es tierra de licores —las hierbas ibicencas son toda una institución— y de vinos que, desde hace unos años, cuentan con Indicación Geográfica Protegida. Se elaboran con variedades de uva tradicionales como monastrell, muy adaptada a la isla y que ofrece vinos tintos, así como malvasía aromática y macabeo, entre otras.
Un estudio botánico ha descubierto seis nuevas variedades de viña en Ibiza y Formentera que hasta ahora no se habían registrado nunca, según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
¿Cuáles son las seis variedades de uva?
La presencia de la viña (Vitis vinifera L.) en estas islas se remonta al siglo VII a.C., sin embargo, la investigación en este ámbito ha sido escasa, y principalmente centrada en Mallorca y Menorca.
Según ha informado en un comunicado el CSIC, el estudio se ha llevado a cabo en el marco de la tesis doctoral que está desarrollando Raquel González, junto a otro grupo de expertos en ciencias biológicas.
Esta investigación, destinada a evaluar e identificar los cultivos de viña tradicionales en Ibiza y Formentera, ha revelado la existencia de 21 perfiles genéticos diferentes, de los cuales seis no habían sido registrados nunca: 'Colló de gall', 'Grec', 'Maçanet', 'VIEIV015-Maçanet', 'Morzacà' y 'Vermelleta'.
Las muestras seleccionadas para este estudio (36 a lo largo de 12 parcelas) han sido las que los agricultores, a partir de entrevistas, han identificado como variedades locales o tenían dudas sobre su origen.
Para diferenciar los tipos de viñas durante la investigación se tuvo en cuenta la información sobre las variedades plantadas o conocidas junto al uso de marcadores genéticos SSR (microsatélites) para su identificación.
“Hay que remarcar la importancia de estos estudios, para seguir conservando el patrimonio natural y cultural ante la pérdida de biodiversidad y de la erosión del conocimiento tradicional”, ha declarado la doctora Teresa Garnatje, investigadora del Instituto Botánico de Barcelona y codirectora de la tesis.
Con este planteamiento, se ha obtenido una imagen del estado actual de las viñas en Ibiza y Formentera, y se ha descubierto que solo una de las seis nuevas variantes se ha incluido en una colección destinada a la conservación.