Un roscón, un tortell, un gâteau o un bolo... le llamemos como le llamemos, la felicidad del día 6 de enero se cerrará, como en un círculo perfecto, alrededor de pastel: el pastel de Reyes. Nos lo contaba nuestra colaboradora, Inés Butrón, en el artículo Roscón, tortell, bolo, galette y gâteau: el pastel de Reyes ayer y hoy y repasaba su historia.
Y apuntaba que en Madrid, "al pastel de Reyes se le llama roscón por su forma y porque se ha optado por la derivación de los sustantivos rosca y rosquilla. Al parecer, con la llegada de los Borbones al trono en el siglo XVIII, se puso de moda en la corte y, luego entre el resto de ciudadanos, lo que en Francia ya era tradicional desde el Renacimiento".
La fecha de comer este dulce se acerca y desde la Asociación de Empresarios Artesanos de Pastelería y Panadería de Madrid (ASEMPAS) han avanzado en un comunicado algunas tendencias detectadas alrededor del roscón de Reyes, el postre más consumido en estas fechas en la Comunidad de Madrid, y que da cierre a las celebraciones navideñas.
Tendencias en roscones de Reyes
Las más de 600 pastelerías artesanas madrileñas venderán en estas fiestas, "dos millones novecientos mil roscones”, según estimación de ASEMPAS. La institución que preside Jonatan Yagüe Gallardo también ha indicado que los nuevos hábitos de consumo siguen potenciando la venta de “medidas más pequeñas” para adecuarse a todo tipo de familias, por lo que los roscones de 500 gramos ganan protagonismo.
Se observa una tendencia a reducir la proporción de azúcar empleada, algo que ya lleva años sucediendo a nivel general en la pastelería, y una preocupación por elaborar variedades de roscones para la población con intolerancias (sin gluten, sin lactosa). Además de una apuesta por los nuevos diseños en los roscones bañados, principalmente de versiones con chocolate.
También se destaca que una de las características más apreciadas del consumo de éste dulce navideño son los rellenos, algo que reitera un reciente estudio realizado por Ipsos Digital y que indica que el 57% de la población lo prefiere relleno con nata o trufa.
Finalmente, este año 2024, siempre según esta asociación, se ha apreciado la desestacionalización de este producto. La demanda de roscones se ha adelantado más en el calendario, lo que ha hecho que desde noviembre ya esté presente en los obradores madrileños. Asimismo, el consumidor prefiere, cada vez más, adquirir un roscón elaborado artesanalmente (sin conservantes, ni otros añadidos) y de mejor calidad.
Estos datos se suman a los ya publicados por ASEMPAS hace apenas unos días y que informaban de que en las pastelerías artesanas de la Comunidad de Madrid se venderán durante esta temporada de Navidad 2024-2025 un millón quinientos mil kilos de dulces navideños, un consumo un poco superior respecto al pasado año, siendo el turrón de chocolate y sus diversas variedades los más solicitados, seguidos del artesano blando, el de yema y el turrón artesano duro.