El certamen Madrid Fusión 2022 ha sido el marco de presentación de la primera leche de camella con origen español, procedente de una especie autóctona de camellas que habita en las Islas Canarias. La empresa Dromemilk ha recuperado estas camellas, que han pasado de estar en peligro de extinción a vivir en un terreno de un millón de metros cuadrados para producir una de las leches más caras del mercado, que también es considerada el producto lácteo "del futuro" por su capacidad para adaptarse al cambio climático.
"Esta raza había quedado relegada a los paseos turísticos o las romerías", explica Guacimara Cabrera, directora gerente de la primera granja camellar de España, Dromemilk Camel Bio Farm. Con tan solo cuatro ejemplares en España y mil en el resto del planeta, en 2002 el Gobierno de España y la Unión Europa la declaró en peligro de extinción. Por ello, Cabrera y su equipo iniciaron una investigación junto con universidades de Madrid, Barcelona y Arabia Saudí para examinar al detalle las propiedades de la leche de este animal.
Investigación y desarrollo
La investigación confirmó que este producto posee una molécula similar a la de la insulina, por lo que su ingesta puede llegar a reducir el azúcar en sangre. Además, tiene un "gran valor proteico" y es "muy baja en grasa", según Cabrera. Asimismo, no contiene lactosa y, por lo tanto, se convierte en una nueva alternativa para las personas intolerantes y también para los diabéticos.
Asismismo, tal y como apuntan desde Dromemilk, la leche de camella puede ser tres veces más rica en vitamina C que la leche de vaca, además de ser ligeramente más salada ya que su alimentación se basa en plantas desérticas con un alto contenido en este mineral. También es rica en ácidos grasos no saturados y vitaminas del complejo B.
Tras confirmar todas estas propiedades, en 2011 la empresa creó un proyecto piloto para ver los resultados que podría dar la elaboración de leche de camella. Cinco años más tarde, compraron un terreno de un millón de metros cuadrados al norte de la isla de Fuerteventura para consolidar el proyecto. Alí habitan ahora más de 400 camellas, que conforman la primera granja de estos animales de España y la más "grande de Europa con producción láctea", según Cabrera.
La leche "del futuro"
Al no alimentarse de pasto, la directora explica que estos animales ofrecen una leche "ecológica", con un color mucho más claro, y con un sabor "sorprendente". También reconoce que, en otros mercados internacionales, esta leche es considerada como un producto "gourmet" y "caro", con precios que pueden alcanzar hasta los ochenta euros.
Por ello, se enfrentan, por un lado, al reto de ofrecerla a un precio asequible y, por otro, al de mostrar sus beneficios respecto a otras leches. Beneficios nutricionales, pero también productivos por la capacidad de adaptación de la camella a las condiciones atmosféricas extremas derivadas del cambio climático. "El camello es el animal del futuro", dice Cabrera, y expone que entre los planes de su empresa no solo está producir leche, sino también productos lácteos derivados como quesos, con los que ya están trabajando, yogures o chocolate.