La marca Patatas Corominas reaparece en Badalona: así es la nueva tienda

Tras la sentencia judicial que había paralizado la fabricación y comercialización de las emblemáticas Patatas Corominas de Badalona, la nueva tienda sube persiana

Mónica Ramírez

Periodista gastronómica

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Algunos de los aperitivos de Patatas Corominas en su nueva tienda de Badalona / ÒSCAR GIL COY
Algunos de los aperitivos de Patatas Corominas en su nueva tienda de Badalona / ÒSCAR GIL COY

Tras más de treinta años de buena marcha empresarial, Patatas Corominas viró su futuro tras un desacuerdo familiar que acabó en los juzgados. La última sentencia judicial daba la razón a la parte demandante —propietaria actual de la marca—, que obligaba a la otra parte, gestores del negocio durante años, a paralizar la producción. 

Los días siguientes, los diarios locales publicaban la noticia de que mientras los primeros pensaban relanzar la marca bajo una nueva imagen y abrir fábrica en Montcada i Reixac; los segundos se tomaban un margen de tiempo para analizar su situación y ver qué camino tomar. 

Hasta entonces, lo único que permanecía abierto era El Vermut de la calle Canonge Baranera, fundada en 2015. El local continúa vendiendo aperitivos, vermuts y laterío, pero no Corominas.

¿Cómo es la nueva tienda?

La nueva tienda de Patatas Corominas en Badalona / ÒSCAR GIL COY
La nueva tienda de Patatas Corominas en Badalona / ÒSCAR GIL COY

Desde hace unos días, la marca vuelve a ser noticia por la apertura de una nueva tienda de patatas y aperitivos en la calle dels Arbres, 9, a pocos metros de una de las arterias de la ciudad, Martí i Pujol, y a escasos minutos de la playa, la estación de tren y la parada de metro Pompeu Fabra.

La marca ha cambiado su icónico color rojo por el azul turquesa, ligeramente la grafía y el diseño de la paquetería. La tienda, liderada por la parte de la familia que ostenta la marca, abrirá todos los días (aunque ahora mismo sólo lo hace por las mañanas).

Por el momento, la acogida de esta nueva aventura empresarial ha sido positiva ya que, mientras estuvimos en el local, el flujo de personas que entraba a comprar era contínuo. 

El espacio, iluminado por el gran ventanal que da a la calle y que sirve como escaparate, es presidido por el mostrador, ubicado en el fondo. Éste, junto con las estanterías instaladas justo detrás, lucen patatas, conos 3D, ganchitos, ruedas, cortezas y pequeños anillos de maíz, entre otros, en diferentes formatos —desde el individual hasta el familiar— y precios.

La nueva tienda de Patatas Corominas en Badalona / ÒSCAR GIL COY
La nueva tienda de Patatas Corominas en Badalona / ÒSCAR GIL COY

En nuestra visita, la bolsa de patatas familiar había arrasado y estaban a la espera de reponer más género. La decoración es sencilla y funcional sin elementos superfluos, con paredes laterales desnudas y suelo de parquet. Dado que todavía se respira verano y Badalona es una ciudad de mar, el aparador muestra el catálogo actual junto con motivos asociados a esta temática.

Para resguardar la vista del interior desde la calle, se juega con una persiana de madera de listones verticales modulables. Desde el exterior, la puerta es coronada por el cartel rectangular con el nuevo color corporativo y el nombre de la marca junto con el epíteto Patates Artesanes. Suponemos que, en breve, se reactivarán las redes sociales y actualizará la página web.

Una mirada a la historia

Patatas Corominas en su nueva tienda de Badalona / ÒSCAR GIL COY
Patatas Corominas en su nueva tienda de Badalona / ÒSCAR GIL COY

La empresa familiar Patatas Corominas, fundada en 1928 por Sió Vidal y Antònia Ubach Serra, fue heredada por los sobrinos del matrimonio, Pere, Francisco y Joan Corominas. Los tres habían estado implicados en el negocio desde jóvenes dado que Sió y Antònia no habían tenido hijos. Años después, en 1991, la tercera generación —Joan Corominas y Josep García— constituyó lasociedad Patates Fregides Corominas, S.L.

A lo largo de todos estos años, la trayectoria de la empresa se ha desarrollado de manera favorable, ha afianzado su vínculo con la calidad, aumentado catálogo y convertido en una marca emblemática de Badalona hasta hace unos meses en los que el negocio cerró persiana por un desacuerdo que dividió la familia en dos.

La reciente apertura de la tienda dibuja un nuevo horizonte y estrena capítulo en la historia de la marca que ya forma parte de la biografía de Badalona. Solo faltaría, para cerrar esta bitácora con un final digno de Saturnino Calleja, que la otra parte de la saga familiar anuncie buenas noticias en breve. Aunque, en ambos casos, la felicidad se sentaría en la mesa, no con unas perdices, sino con un buen aperitivo de patatas artesanas.