Boris Olivas y Alberto García han sido los ganadores de la décimo cuarta edición del premio Vila Viniteca de cata de vinos y han conseguido los 30.000 euros del primer galardón del concurso. Ambos son catadores profesionales; el primero de ellos lo hace para la Guía Peñín, mientras que el segundo es el somelier del restaurante La Canibal.
En segundo lugar, con una recompensa de 7.000 euros, ha quedado la pareja formada por Roberto Santana, de Tenerife, y Alfonso Torrente, de Lugo; ambos son viticultores y enólogos de Envínate. Los clasificados en el tercer puesto, con 3.000 euros de premio, han sido el francés Didier Sanchez, responsable de una empresa de limpieza, y Attila Aranyos, franco-húngaro, profesional del sector de la biotecnología.
Amplia participación
Las 120 parejas que han participado en la prueba se inscribieron en los primeros cinco minutos del día 11 de enero cuando quedó abierta la convocatoria de esta edición de la cata, que se ha celebrado en la Casa de la Lonja de Barcelona. La prueba tiene lugar entre Madrid y Barcelona en años alternos.
Todos los participantes, que abonan una inscripción de 200 euros por pareja, han tenido el reto de descubrir el país, la zona de origen, la denominación de origen, las variedades de uva, la añada, el elaborador y la marca de los 14 vinos catados, en el caso de los que ha pasado a la final, siete si solo han participado en la primera ronda.
14 vinos, o siete
En la fase de clasificación, que se celebra en la sala de Contrataciones de la Lonja, las 120 parejas prueban siete vinos servidos en copas Riedel sin decantación previa y solo 10 pasan a la gran final, donde prueban otros siete.
La segunda y definitiva ronda estaba formada por las siguientes botellas: Billecart-Salmon Elisabeth Salmon (2008), champagne; Lagar de Sabariz A Pita Cega (2016), blanco; Pedro Parra Miles (2019), tinto; Domaine de la Côte La Côte (2018), tinto; Cayuse Vineyards Bionic Frog (2018), tinto; Mas Estela Dolç Natural (1990), tinto; y Oremus Tokaji Eszencia (2007), blanco.
Los organizadores
Quim Vila y Siscu Martí —socios y propietarios de Vila Viniteca— son los artífices de un premio que requiere de una estricta organización y logística. Durante el evento se han utilizado 6.500 copas Riedel (3.000 en el concurso y el resto en el showroom de vinos para el público asistente).
Se han abierto para el certamen 1.100 botellas de una cuarentena de bodegas. Han acudido más de 1.000 personas y se han degustado 360 kilos de unas 65 variedades de quesos.