El Ministerio de Consumo ha presentado el informe "Publicidad, alimentación y derechos de la infancia en España", elaborado por la Gasol Foundation Europa, y esta es su principal conclusión: la población española de 8 a 16 años que utiliza habitualmente dispositivos digitales, tales como ordenadores o tablets, consume más publicidad de productos de alimentación y bebidas no saludables.
El documento se ha basado en los estudios demográficos PASOS 2022-2023 y el barómetro de UNICEF 2020-2021 de la infancia y adolescencia. Además, para su elaboración se han tenido en cuenta factores como el uso de pantallas, el nivel socioeconómico, los hábitos de alimentación, la frecuencia de consumo de ciertos productos de alimentación y la ingesta energética y de nutrientes en función de la exposición a la publicidad.
Niños y publicidad alimentaria
El informe señala como principal conclusión que los menores de edad consumidores de pantallas (televisión, ordenador, tableta, videoconsola y móviles) durante mayor tiempo, perciben publicidad de tres o más productos de alimentación y bebidas no saludables, y por tanto, podrían resultar nocivas para su salud.
En relación con el nivel socioeconómico, la mayoría de niños y adolescentes que han declarado haber estado expuestos a este tipo de publicidad, pertenecen a familias con menor renta y un porcentaje de pobreza infantil superior a la media española.
Estos productos tienen un gran alcance social, pues alrededor del 80% de los menores preguntados en este informe reconocen como mínimo una o dos marcas publicitarias de esta clase de alimentos.
Además, este porcentaje consume alimentos no saludables como la comida rápida, los aperitivos salados, la bollería y la pastelería industrial y las golosinas o chocolatinas, aumentando la frecuencia de consumo semanal de cada uno de estos grupos de alimentos debido al impacto de esta publicidad.
Datos relevantes del informe
Asimismo, el documento también revela otros resultados interesantes. Uno de ellos es la influencia de esta publicidad en la ingesta energética de los niños y adolescentes, ya que aquellos que han visto anuncios publicitarios de estos alimentos tienen un promedio diario de kilocalorías superior a los que no han estado expuestos a ello.
Concretamente, la cifra que más destaca es el aumento en el consumo de comida rápida, con 60,4 Kcal más de la media diaria.También se muestra una cantidad elevada en cuanto a la bollería industrial y las golosinas, pues se supera el promedio con 47,9 Kcal diarias adicionales.
Así pues, la frecuencia de consumo de este tipo de productos entre los menores usuarios de pantallas es cada vez más habitual tanto en comida como en bebida: un 19% de niños que ven estos anuncios consume más bebidas energéticas, así como un 17,3% que consume aperitivos salados más de dos días a la semana.