Sublimotion es actualmente el restaurante más caro del mundo. El mismo se encuentra en Ibiza, concretamente en el hotel Hard Rock, y está dirigido por el chef Paco Roncero, quien ostenta dos estrellas Michelin y tres Soles Repsol.
El precio del menú por persona es de unos 1.800 euros de media. Esta cantidad tan elevada se justifica por las características únicas del establecimiento. Y es que en Sublimotion, la experiencia va más allá de la comida, ya que, tal y como se detalla en la web del propio restaurante, también se paga por “una aventura exclusiva y novedosa para 12 únicos comensales por noche”.
El concepto innovador detrás de Sublimotion
El formato se describe como “el primer performance gastronómico creado para potenciar el placer de sentarse a comer alrededor de una mesa”, basándose en “un nuevo arte escénico que fusiona alta gastronomía, tecnología, puesta en escena y espectáculo”.
Sublimotion señala que su concepto gastronómico "transforma la mesa en escenario y al comensal en la estrella”. Paco Roncero plantea su idea en que “la mesa es un escenario donde ocurren muchísimas cosas encima de ella y alrededor de la misma”.
Asimismo, el chef también resalta que con la experiencia gastronómica, cuya duración alcanza casi tres horas, que se ofrece en este lujoso establecimiento, se ha dado “un cambio a la manera de comer”.
Además de esta concepción innovadora de la gastronomía, otra de las novedades con las que cuenta este exclusivo restaurante es que solamente se atiende a 12 comensales por noche.
También es llamativo su horario de apertura, puesto que está abierto en Ibiza durante la temporada estival, por lo que solo abre cada noche durante los meses de verano. Después, pone rumbo hacia Dubai, donde abre sus puertas cada noviembre. Sin duda, el fenómeno Sublimotion traspasa fronteras y se expande como marca internacional.
Un equipo de cocina formado por 10 estrellas Michelin
El restaurante destaca en su sitio web que Sublimotion es el resultado de “la unión de un equipo de cocina formado por 10 estrellas Michelin” y el trabajo “con los más brillantes diseñadores, ingenieros, guionistas, compositores e ilusionistas”.
Algunas de las personalidades que forman parte son los chefs Dani García, Diego Guerrero, Elena Arzak y Pía León, el ilusionista jorge Blass, el director musical Lucas Vidal y el diseñador de moda Roberto Diz, entre muchos más.
Entre los platos que se pueden degustar, se encuentran un buñuelo de paté de pichón, un caviar con gelée de cangrejo, blinis de lechuga ahumada o tartar de atún de almadraba con erizo y sobrasada. Todos ellos elaborados en vivo por el equipo de Roncero y con una estética y presentación cuidadas al detalle.
10 años de esta experiencia única e inmersiva
Sublimotion fue creado hace 10 años por el chef Paco Roncero, y el director creativo Eduardo Gonzáles.
Ambos han querido construir arte alrededor de la experiencia de comer y proporcionar al comensal una experiencia que embargue los sentidos, de manera que se transforma la mesa en un auténtico escenario y al comensal en el máximo protagonista de la noche.
En 2012, sus equipos, junto con Palladium Hotel Group, crearon en Ibiza el primer espectáculo que unía gastronomía, tecnología y puesta en escena. Todo ello para crear un organismo vivo, una propuesta inédita y singular que potencia el deleite de los sentidos.
En su primer año de vida, Sublimotion se alzó con el primer premio a la innovación gastronómica en los 'Hospitality Awards'.
Dos años más tarde, en 2016, los comensales pudieron ver, gracias a la realidad aumentada, la información nutricional en tiempo real, flotando por encima de los alimentos, de los platos que iban a disfrutar.
Así pues, se puede apreciar como la tecnología ha irrumpido en el mundo culinario, suponiendo un punto de inflexión en la integración de las herramientas tecnológicas en directo durante una comida.
Para celebrar su décimo cumpleaños, Sublimotion abrió sus puertas en Hard Rock Hotel Ibiza el 1 de junio. Esta temporada comenzó con una exclusiva colaboración con Antonyo Marest, artista español que utilizó el edificio de la sede de Sublimotion en Ibiza como soporte para la creación de una obra de grandes dimensiones con la intención de llevar el arte a las calles de la isla.