Desde hace décadas corre la leyenda e incierta ley no escrita de que si ves muchos camiones parados en un bar de carretera es garantía de comer bien. Se nos ocurren muchos peros ante tal afirmación, pero no entraremos en detalle. Dado que las guías ya hace tiempo que se fijan más en los restaurantes de sifón y menús degustación que no en los de cucharón y menús del día, celebramos que sea precisamente una de las más célebres, la Guía Repsol, la que haya recopilado 300 establecimientos de todo tipo donde hacer una pausa en el camino en los tramos de autovías y carreteras nacionales más transitadas del territorio.
Bares, cafeterías, áreas de servicio, casas de comida, asadores y restaurantes en carretereras nacionales donde zamparse un bocata que no sepa a porexpan, un buen pincho de tortilla o un guiso con su piparra adjunta. Estos locales forman desde ahora parte de la distinción de solete que desde el pasado año la Guía Repsol reparte entre los negocios de la restauración alejados de la alta cocina, pero que no por ello son inferiores en calidad, producto o servicio. Hay que sacar pecho, porque tenemos joyas invisibles en todas las arterias conducibles de nuestra geografía. Guía Repsol confirma lo que todos sabíamos; aunque que en ocasiones, en plena ruta, nos cueste acertar.
Dónde encontrar los soletes de carretera
Hay tres maneras muy fáciles de encontrar los soletes de carretera. La primera, es buscar la señal del solete en la entrada, un diseño la mar de simpático que ya lucen los establecimientos. La segunda, es marcar en favoritos su buscador, marcar la opción "soletes de carretera" y buscar la provincia en el listado o en el mapa. Y la tercera, cómo no, seguir muy atentos a nuestra sección Dónde comer, porque muchas de nuestras recomendaciones coinciden precisamente con su selección, como sucede con el Tronky, un fabuloso templo del pescado que reseñamos en Dónde comer en la bahía de Santander. A partir de ahora, además, acreditaremos los locales coindicentes como tal. //