Maui, la “contaora” que sirve potaje en los teatros

Desde hace cuatro años, la artista alimenta alma y estómago con su show “Domingos de Vermut y Potaje”. Este año, además de Madrid, enciende la olla en Barcelona y Sevilla

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Maui, la artista que cocina y canta en los teatros / La Mar Sonora
Maui, la artista que cocina y canta en los teatros / La Mar Sonora

El mantel que Maui pondrá este domingo 26 de diciembre en el Teatro Flamenco de Malasaña es de lunares, el estampado que mejor define su cocina y su música. “Los hipsters han cambiado los cupcakes por el potaje”, afirma entre risas María Luisa Ramírez, que es quien insufla de aliento a su alter ego. 

Desde hace cuatro, la artista cocina la olla que aprendió de su madre y alimenta a los que saben que en sus “Domingos de Vermut de Potaje” encontrarán arte y hogar. En 2022, siempre que la pandemia lo permita, también cantará y repartirá cucharas en el Teatro Borrás en Barcelona y el Teatro Flamenco Sevilla

Maui probando el potaje gitano / Youtube
Maui probando el potaje gitano / Youtube

Su primer escenario: la mesa de la cocina

“Las conversaciones más interesantes y las cosas más bonitas pasan en la cocina”, nos cuenta a Hule y Mantel. Fue precisamente allí donde comenzó de niña, en la mesa de su cocina, en la mesa celeste con patas de hierro oxidadas donde la subían mientras su madre preparaba el potaje gitano que no solo compartía con la familia, también con los vecinos de su edificio en el Polígono del Tinte en Utrera (Sevilla), un barrio popular, famoso por sus artistas y sus palos de nata.

Su padre, el compositor y guitarrista Miguel Ramírez, primo a su vez de Bambino, ponía las cuerdas mientras ella improvisaba sus versos. “Los niños del vecindario tenían claro que yo, más que una cantaora era una “contaora”, porque contaba por bulerías historias del barrio. Cualquier cosa que pasara podía ser rimado y cantado al compás por mí”. Por aquella época, María Luisa no solo se comía los potajes de su madre, también las sílabas, y de ahí nació su otro nombre. También aprendió que todas las reuniones de cante terminan con una olla, y por ello defiende a ultranza que “el duende se esconde en el potaje”.

Maui - 'Potaje... de Utrera a Manhattan

El camino de la artista

Sin embargo, esa Maui flamenca quedó encerrada, pero latente, durante una época. A medida que creció su respeto a los escenarios se tornó en vértigo y su forma de expresarse musicalmente cambió. Dejó atrás la mesa de la cocina por el Albaicín, para formarse en el Conservatorio de Granada en violoncello y magisterio musical.

No obstante, el chup-chup ahí seguía y a los 19 años hizo una maqueta que llegó a las manos de Javier Krahe, que la invitó a Madrid y la animó a despertar de nuevo a Maui. “Maui tiene superpoderes, hace lo que María Luisa no es capaz. No tiene miedo ni limitaciones. No tiene vértigo”. Sus primeros discos en solitario brotaron y su nombre se consagró.

Maui en un momento de su espectáculo "Domingo de vermut y potaje"
Maui en un momento de su espectáculo "Domingo de vermut y potaje" / La Mar Sonora
Maui preparando su potaje gitano en el escenario
Maui preparando su potaje gitano en el escenario / La Mar Sonora

La receta del éxito

Ahora hace un lustro, el director del Teatro Flamenco, Ángel Rojas, que conocía la idea que ella tenía de unir compases y cocina, pidió que diera forma al espectáculo. Desde entonces, crea asiduamente un puente entre Madrid y Utrera a través del vermut y el potaje, y rompe la cuarta y quinta pared con los espectadores. Además, su escenario, como la cocina de su madre, tiene la puerta abierta y por él ya han desfilado Soleá Morente, Antonio Carmona, Rozalen, Rocío Marqués, Rosario Flores, Martirio, el Kanka… El último fue Kiko Veneno, que terminó echando a la olla su última canción manuscrita.

Las letras de Kiko se mezclaron con los chícharos (alubias), el tomate, el pimiento, la cebolla, una cabeza de ajo, comino, laurel, pimentón, el choricito y por supuesto la patata, “para que coja cochura”. Si tienes la osadía de pedirle la receta original, la respuesta que te espera son las palabras textuales que te dedicaría su madre. Apunta: “Primero enciende el anafre. Después échate una copa de vino, las cosas hay que celebrarlas antes de que salgan bien para que salgan estupendamente. Cuando la olla haga chup-chup échale un cantecito… Solo dos letritas, por bulería. Y luego, tomate, pimiento, cebolla… ¡Todo a la olla!”.

"Domingos de vermut y potaje". Próximas funciones: 26 de diciembre en el Teatro Flamenco Madrid (Calle del Pez, 10) y 13 de febrero en el Teatro Borrás en Barcelona (Urquinaona, 9). Consulta su página web para las futuras fechas, también en el Teatro Flamenco Sevilla (calle Cuna, 15). Instagram

Maui en una imagen promocional
Maui en una imagen promocional / La Mar Sonora

 

 

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