Es habitual cuestionarse la inocuidad de los aditivos, la desconfianza ha crecido por campañas incendiarias en las que han señalado a ciertos aditivos como cancerígenos… hoy sabremos más… los aditivos son seguros, están más que controlados por las autoridades sanitarias; y algunos son imprescindibles para precisamente, garantizar la seguridad de los alimentos: evitar que el alimento fermente y se estropee mientras que está envasado o impedir que los hongos o bacterias proliferen en el alimento antes de que podamos consumirlo.Entonces porqué tanto alarmismo con esquivarlos y no consumirlos? Porque ha aumentado enormemente el consumo de alimentos con aditivos y esto es peligroso, pero no por culpa de los aditivos sino por el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados. Su calidad nutricional es muy baja y pasa por ser una de las causas del aumento de la obesidad y enfermedades cardiovasculares en la población. Hay confusión a la hora de elegir qué comer y no es el aditivo el peligro. A qué te refieres con que “hay confusión al elegir qué comer”? Pues en la creencia por ejemplo de que un zumo de fruta sustituye una pieza de fruta. Es un error enorme: en el zumo se concentra el agua y el azúcar, queda algo de vitaminas sin duda pero hemos dejado atrás toda la fibra y hemos roto la pulpa para extraer el zumo. De ningún modo es lo mismo. Y con el resto de alimentos es igual, cualquier alimento que esté procesado, cae de valor nutricional respecto a los frescos y añade seguro azúcares, grasas o sales. Este es el problema real para nuestra salud: sobrecargar al organismo de elementos que debe depurar, en vez de alimentarnos. Hace falta cultura general de nutrición: un paquete de snacks no son tóxicos, pero seis paquetes al día sí.Gabriela Brieba. Sanpani