Los hermanos Roca han iniciado la comercialización de unos espirituosos en los que tratan de resumir la esencia de su cocina y su inspiración paisajística. Esperit Roca es una selección de licores y destilados que nacen de la voluntad de los propietarios del Celler de Can Roca de brindar una novedosa mirada e interpretar diversos paisajes que tienen una significación especial para ellos, aunque con la colaboración de otros productos de tierras lejanas. Lo que definen como la cocina líquida de su famoso restaurante.
Las plantas que forman los paisajes que les han cautivado están en la base de las propuestas. Se presentan los productos lo más desnudos posible, convencidos de su calidad y singularidad. La simplicidad les permite mostrar una visión genuina de cada ingrediente, potenciando sus virtudes sin complejidades barrocas que lo maquillen.
La base vínica de la Ginebra de Te de Roca (40,5%) es un destilado de parellada y ugni blanc del Penedès, al que se añaden tan solo dos botánicos: las enebrinas recolectadas en el Pirineo –que proporcionan las notas de resina– y el té de roca (jasonia glutinosa), una planta aromática muy usada en la cultura popular mediterránea, con propiedades digestivas y un aroma alcanforado muy especial. Como el resto de botellas que salen al mercado, es de medio litro, y tiene un precio de 95 euros.
Puestos en el minimalismo extremo, los Roca proponen una transmutación de la algarroba, Aiguardent de Garrofa (42%). De un fruto seco, austero y humilde, a un aguardiente sugerente y exuberante, que es la expresión de la calidez mediterránea, con notas de toffee y fruta madura. 85 euros.
Ginebra de Cacau (42%) es una ginebra superior donde se busca la simplicidad que permita brillar a los dos protagonistas: las bayas del enebro mediterráneo y el cacao de Hacienda Victoria, en Ecuador. El cacao aporta notas ácidas, de frutos secos y sutiles tostados, mientras que las enebrinas aportan notas florales y de resina con una frescura chispeante. 55 euros.
Esperit de Cacau (42%) nace tras una generosa maceración del cacao de Hacienda Victoria (Ecuador) y una destilación en alambiques de cobre para concentrar y captar la fracción aromática. A continuación, se redondea con una maceración sutil de cacao para darle ese color bronce y una riqueza en boca, con una ligera y sorprendente tanicidad que evoca a los aguardientes envejecidos. Un perfume de chocolate, brillante y con un delicado amargor, que recuerda a los bombones de frutos secos, de avellana y almendra mezclada. Es ideal para degustar acompañando bombones. 60 euros.
Licor de Cacau también está pensado para después de comer. Se elabora a partir de espíritu de cacao destilado. Para desarrollar todo su potencial de sabor, se maceran habas de cacao recién tostadas muy sutilmente. El licor no se filtra para mantener el carácter y la complejidad del cacao de Hacienda Victoria. La dulzura compensa la potencia en boca y los aceites esenciales brillan en un postgusto prolongado. La densidad en boca, la potencia de sabor y los matices infinitos lo convierten en un bombón líquido. Perfecto con panettone, frutos secos, galletas o en la sobremesa. 60 euros.