Los helados de Elon Musk, Jeff Bezos, Bill Gates o Mark Zuckerberg se venden en Nueva York

Un colectivo de artistas vende helados con las caricaturas de los magnates de Facebook, Instagram, Tesla y Amazon bajo el lema: ¡cómete a los ricos!

Jorge Fuentelsaz / EFE

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Los helados de Elon Musk, Mark Zuckerberg, Bill Gates y Jeff Bezos / Foto: MSCHF
Los helados de Elon Musk, Mark Zuckerberg, Bill Gates y Jeff Bezos / Foto: MSCHF

El verano ha traído a Nueva York el calor y con las altas temperaturas también se han multiplicado los helados, aunque no todos son tan revolucionarios como los que vende por unos días el colectivo de artistas "MSCHF", que en un puesto ambulante propone devorar a Elon Musk y a los empresarios más ricos del mundo.

En la calle Broadway, junto a la céntrica plaza de Columbus Circle, en Manhattan, un puesto de helados al más puro estilo tradicional de Estados Unidos, vende helados de palo con los rostros de Musk, el fundador de Amazon, Jeff Bezos; el de Facebook, Mark Zuckerberg; el creador de Microsoft, Bill Gates, y el hombre que levantó Alibaba, Jack Ma.

Cómete a los ricos

"¡Cómete a los ricos!" es el lema de la campaña que se puede leer en la furgoneta y en la envoltura del helado. También es un dicho revolucionario tomado de la frase: "Cuando la gente no tenga más que comer, se comerá a los ricos", atribuido al filósofo Jean Jacques Rousseau (1712-1778) y que se ha convertido en grito de guerra de varios movimientos sociales de las generaciones más jóvenes.

Los helados de Elon Musk, Mark Zuckerberg, Bill Gates y Jeff Bezos / Foto: MSCHF
Los helados de Elon Musk, Mark Zuckerberg, Bill Gates y Jeff Bezos / Foto: MSCHF

De hecho, en la página oficial del evento, más allá de este grito de guerra, no hay ningún manifiesto político ni texto explicativo. La página se limita a mostrar imágenes de los multimillonarios, cada uno con un mordisco en la cabeza, así como de los helados y el papel que los envuelve, en el que están dibujados logos que recuerdan las empresas de los magnates representados. El cofundador del colectivo "MSCHF", Daniel Greenberg, también se resiste a entrar en detalles y acepta responder a las preguntas solo a través de un correo electrónico en el que se muestra escueto y enigmático. Escribe a Efe que su iniciativa pretende simplemente destacar "el dicho relevante de comeos a los ricos" e insiste en que ése es el mensaje.

Bill gates sabe a vainilla

El camión de los helados de Elon Musk, Mark Zuckerberg, Bill Gates y Jeff Bezos / Foto: EFE
Los helados de Elon Musk, Mark Zuckerberg, Bill Gates y Jeff Bezos / Foto: MSCHF

El joven que atiende el puesto, asegura no conocer nada del proyecto, pero explica que por orden de preferencia los helados más vendidos, hasta el momento, han sido los de Musk, seguidos por los de Bezos, Zuckerberg, Gates y Ma. Asegura que ha vendido unas cinco cajas de 24 helados cada una del líder de la compañía de vehículos eléctricos de lujo Tesla, cuyo pelo sabe a chocolate, su cara a fresa y sus ojos color verde son chicles de menta.

"Elon Musk es el número uno, todo el mundo lo conoce" dice uno de los compradores que se ha acercado al puesto con un grupo de amigos para hincar el diente al empresario. "Bill Gates sabe a vainilla" dice otro de los paseantes que ha optado por probar el sabor del fundador de Microsoft. Tras saborear el helado de Musk, que según el envoltorio aporta 190 calorías, en el palo se puede leer "Elon Musk tiene un capital neto de 264.600 millones de dólares" y en el reverso, una vez más: "Cómete a los ricos".

Helados de rico

La gente se detiene sorprendida ante el puesto, donde tampoco puede faltar el rostro del anciano multimillonario que sirve de logo del popular juego del Monopoly, y que aparece, cómo no, con la marca de un mordisco en su sombrero de copa. El camión de los helados, que comenzó su andadura el lunes, estará hoy todo el día en el barrio de Brooklyn y el miércoles volverá a Manhattan, a la plaza de Washington Square. Asimismo, otro puesto ambulante recorre estos días varias zonas de Los Ángeles, en California.

Algunos viandantes sonríen, otros hacen fotos y los más atrevidos se lanzan a comprar un rico "helado de rico" por el que hay que desembolsar la nada despreciable cantidad de 10 dólares, un precio que para Greenberg es simplemente "arbitrario" pero que incluso en estándares neoyorquinos resulta caro.