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¿Hay riesgos alimentarios en el consumo de pescado por el vertido de pellets de plástico?

El ministro Luis Planas afirma que no hay riesgo alimentario, mientras que investigadores alertan de que es perjudicial que estos plásticos entren en la cadena trófica

EFEAGRO / Redacción

4 minutos

Bolitas de pellets en la playa de Area Maior (Galicia) / Foto: EFE/ Lavandeira Jr

Las costas y playas gallegas, asturianas y cántabras se han convertido estos días en noticia por la llegada de miles de pellets de plástico procedentes de uno de los seis contenedores que perdió el buque Toconao, el pasado 8 de diciembre, y que vertió 26,3 toneladas de pellets a unos 80 kilómetros al oeste de Viana do Castelo, en aguas portuguesas.

En este contexto, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha señalado que "no existe en estos momentos ninguna información" de que haya problemas de seguridad alimentaria o en el consumo de pescado o marisco, vinculados a la contaminación de los pellets.

Planas ha afirmado que tampoco tiene noticia, ni las administraciones autonómicas han comunicado que haya "afectación" en el sector pesquero por la polución generada por el vertido de los pellets.

En relación a la seguridad alimentaria, ha precisado que son las comunidades autónomas las autoridades responsables y que el Gobierno está "siguiendo el tema" con las entidades implicadas, es decir, la Agencia Española para la Seguridad Alimentaria (Aesan) y a los centros de referencia en Majadahonda (Madrid) y Vigo.

No es tóxico

Retirada de pellets en la playa de Muros (A Coruña) / Foto: EFE / Sxenick

Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha asegurado que el material que compone los pellets de plástico que han llegado a las costas gallegas "no es tóxico", según los dos informes encargados por Medio Ambiente. Uno de estos informes, que firma Santiago García Pardo, doctor en ciencia y tecnología de polímeros, concluye que estas bolas de plástico "no son peligrosas".

Así lo afirma este experto tras revisar la ficha técnica y de seguridad de estos productos, que recuerda que están regulados por varias normativas europeas."Todos los riesgos contemplados por la normativa vigente quedan excluidos, tanto para el producto como para sus ingredientes de forma individual, ya que, en caso de existir algún riesgo, estos serían recogidos en la ficha de seguridad", sostiene el investigador.

Además, el informe considera "relevante" que, según la ficha técnica adjunta de este material, el producto es "apto para uso alimentario".

"Es un plástico y todo plástico tiene una parte contaminante, pero otra cosa es qué tipo de plástico", ha matizado Rueda, que en todo caso defiende que "debe ser retirado", preferiblemente en el propio mar. 

Alerta de los investigadores 

Más allá de las opiniones políticas, investigadores de la Universidad de A Coruña (UDC) alertan del problema de ingerir pellets al consumir peces que los han comido porque es perjudicial que entren en la cadena trófica a pesar de que el material de estas bolitas no es tóxico, ha señalado el director del Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas (CICA), Jaime Rodríguez.

"No es bueno tener plástico en nuestro organismo. Los tragas y en el momento no pasa nada, pero si se acumulan pueden producir problemas a largo plazo", ha añadido. Rodríguez ha reconocido que los microplásticos —en lo que se pueden convertir los pellets si se degradan— suponen un grave problema y no por su toxicidad, sino porque se acumulan.

El doctor en Biología y catedrático en Ecología de la UDC, Rodolfo Barreiro, coincide con su compañero en que los pellets no son productos tóxicos, ya que, de hecho, se utilizan para hacer envases alimentarios, pero eso no puede estar en el mar y hay que retirarlo cuanto antes.

Qué son los pellets de plástico

Limpieza de pellets en la playa de O Vilar (A Coruña) / Foto: EFE/Lavandeira jr

El pellet, también denominado "granza", es la materia prima con la cual se fabrican los productos plásticos. Son polímeros que se pueden fundir y dar la forma que se quiera para fabricar el producto deseado, según datos de la Asociación Nacional de la Industriales de Plásticos (ANAIP).

La manera más habitual de fabricar y distribuir esta materia prima es en forma de bolitas, denominadas también "granza", según la fuente, que ha recordado que existen diferentes tipos de plásticos, como polietilentereftalato (PET), polietileno (PE) o polipropileno (PP), entre otros. Estas bolitas tienen unos milímetros de diámetro, pero son visibles y son más grandes que el diámetro medio de un grano de arena.

Para evitar que pellets acaben en el medio ambiente y aprovechar al máximo la materia prima, el sector puso en marcha la iniciativa Operation Clean Sweep, a la que la industria española se adhirió en 2016 y que cuenta con el respaldo del Ministerio para la Transición Ecológica desde 2021.

Al ser una iniciativa voluntaria, se basa en la autoevaluación de las empresas, que deben localizar los puntos de sus instalaciones en los que pueden producirse fugas de pellets. 

¿Cuáles son los riesgos de su vertido al mar? 

Como indicaban los investigadores de la UDC, dado su pequeño tamaño, estos plásticos, diseminados por toda la columna de agua, acabarán, con toda seguridad, siendo integrados en las cadenas tróficas, según Greenpeace, que ha apuntado que es fácil que aves y peces los ingieran al confundirlos con alimentos, pues parecen "pequeños huevos".

Su ingesta puede provocar en esos animales problemas gástricos e, incluso, la muerte, así como que acaben integrados en la cadena alimentaria

También es muy probable que se vayan descomponiendo poco a poco en microplásticos, llegando así a afectar a organismos filtradores, según la organización ecologista, que ha advertido de que, además, estos componentes plásticos acaban absorbiendo otros contaminantes marinos haciéndose más peligrosos con el tiempo.