Guionistas y cómicos, directores creativos de agencias de publicidad, profesionales de la industria de los videojuegos, impulsores de startups tecnológicas... y, como es lógico, también chefs. Forbes ha lanzado la lista de las 100 personas más creativas del mundo de los negocios en España en 2023 y ha incluído a dos nombres destacados de la alta gastronomía de nuestro país.
Para esta revista especializada en el mundo de los negocios, la creatividad "se ha coronado como una de las skills más demandadas por las compañías. Desde un pequeño comercio a una multinacional, la creatividad no está atada a grandes presupuestos. Solo a buenas ideas", afirman. Y buenas ideas no les faltan a Andoni Luis Aduriz y a Edorta Lamo, los cocineros, ambos vascos, que aparecen en este listado.
Aduriz y Mugaritz
El donostiarra Andoni Luis Aduriz (San Sebastián, 1971) —Premio Nacional de Gastronomía en 2022— es fundador de Mugaritz, situado en Errenteria (Guipuzcoa). Un restaurante que celebra ya su 25 aniversario, intentando aportar una visión muy diferente de la cocina y que, por ello, ostenta dos estrellas Michelin desde hace años.
Conocido por su enfoque innovador y vanguardista, que comenzó a fraguar hace décadas en elBulli, Aduriz también recibió este año el Icon Award, un galardón otorgado por el listado The World's 50 Best Restaurants —donde Mugaritz se mantiene en el puesto #31— que reconoce a personas que han hecho una contribución sobresaliente al mundo de la gastronomía y que han utilizado su plataforma para sensibilizar e impulsar un cambio positivo en el sector.
Edorta Lamo y ARREA!
Se dio a conocer con sus pintxos de autor en el restaurante A fuego Negro de San Sebastián y, ahora, Edorta Lamo (Campezo, 1979) "es el espíritu de ARREA!, un restaurante donde prima su saber hacer y el del territorio alavés traducido a un tipo de cocina recuperada: la furtiva. Todos los platos vienen de un pasado, contado en elaboraciones que contienen caza, pesca o huerta", tal y como recoge el listado de Forbes.
ARREA!, situado en el pueblo natal del chef, en la provincia de Álava, del cual rindió buena cuenta nuestro colaborador Òscar Gómez en esta extensa crónica, obtuvo su primera estrella Michelin en la última edición de la guía roja. Y, igual que sucede con Aduriz, su cocina es pura creatividad, mensaje y defensa de la tierra.
Otros creativos de la lista
Comparten listado con otras figuras que han contribuido con su creatividad al ámbito de la gastronomía y la alimentación, como Pablo Blanco, director regional de Veesion, una startup de origen francés cuyo software de IA permite analizar los gestos que realizan los clientes en el supermercado y así adelantarse a cualquier posible hurto. Una tecnología que permite reducir en hasta un 60% las pérdidas de stock en los establecimientos.
También Jordi Calvet, fundador y director de estrategia creativa de Brutus, una cerveza artesana premium creada por una cervecera de Sitges, que tiene su producción en la localidad alemana de Kaufbeuren, y que está disponible en bares, clubes y restaurantes de moda de nuestro país. Y Luis Font, fundador de Robingood, dedicada a la elaboración de productos de alimentación procedentes de empresas sociales, elaborados por personas en riesgo de exclusión social.
Forbes también incluye al viticultor Raúl Pérez, considerado como uno de los mejores enólogos del mundo, a cargo de la bodega familiar Castro Ventosa; y a Benjamín Romeo, enólogo, productor de vino y propietario de Bodegas Contador, considerado como uno de los principales innovadores en la industria vitivinícola española. Su último proyecto, llamado Alma, es un tinto que se comercializa exclusivamente en La Place de Bordeaux, uno de los epicentros del negocio del vino con mayor prestigio mundial.
Finalmente, Javier Sanz, se cuela en la lista con su proyecto fundador de Filantrópico, una empresa que convierte las tazas de café que se consumen en las oficinas y hogares españoles en oportunidades para cuidar del planeta. La empresa busca el impacto social (ayudan a familias de pequeños caficultores), la sostenibilidad (evitan la deforestación de la selva tropical que supone el cultivo extensivo de las multinacionales) y la calidad del café (producto de especialidad, seleccionados manualmente).