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El escualeno del aceite de oliva combate los efectos negativos de los triglicéridos

Una investigación liderada por la Universidad de Zaragoza demuestra el poder de los derivados del AVOE en el control del hígado graso

EFEAGRO / Redacción

2 minutos

Hombre con aceitera / Foto: Pexels

Una reciente investigación ha permitido confirmar en un modelo porcino el poder del escualeno, componente del aceite de oliva virgen y en la dieta mediterránea, para controlar el hígado graso, una patología cada vez más frecuente en humanos.

El resultado del trabajo, en el que han participado la Universidad de Zaragoza, la Universidad de Cambridge y el Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza, ha sido publicado por la revista Journal of Nutritional Biochemistry.

Mejora para el hígado graso

Recipiente con aceite de oliva / Foto: Canva

En estudios previos del mismo grupo se había demostrado que el escualeno mejoraba el metabolismo hepático en ratones y conejos, a lo que se suma el hecho de que este compuesto se acumula en grandes cantidades en el hígado de los tiburones, animales que viven más de 200 años.

La administración durante un mes de un suplemento de escualeno al 0,5% en una dieta rica en grasa saturada, colesterol y fructosa, entre otros componentes, no influía en el contenido de colesterol o en la cantidad de fibras en el hígado, pero condujo a la acumulación hepática del compuesto y a una disminución del contenido de triglicéridos y del área de las gotas lipídicas en este órgano, parámetros que indican una mejoría de la lesión de hígado graso.

Los resultados del estudio 

Hombre tocando la zona del hígado / Foto: Canva

En el trabajo se empleó un análisis de última generación de lípidos, conocido como lipidómica, que permitió estudiar 467 lípidos diferentes tanto en el hígado como en el plasma de los animales estudiados.

En el hígado de los que consumían escualeno se observó un aumento de lípidos específicos, como una ceramida y tres especies de fosfatidilcolinas, pero disminuyeron otros como una cardiolipina específica y varios tipos de triglicéridos.

El escualeno aumentó ciertos triglicéridos y disminuyó los ácidos grasos

En el plasma, la administración del escualeno aumentó una interleuquina no inflamatoria y modificó igualmente el lipidoma plasmático, aumentando ciertos triglicéridos y disminuyendo los ácidos grasos saturados no esterificados (AGNE).

El resultado de estos análisis de vanguardia sugiere que el aporte de escualeno está aliviando la esteatohepatitis, a pesar del signo negativo que supondría el aumento en la balonización (inflamación) de hepatocitos.

Hechos que, según los investigadores, plantean un nuevo reto en el diagnóstico de enfermedades hepáticas al considerar que la acumulación de escualeno produce balonización de los hepatocitos sin que ello suponga un empeoramiento en el desarrollo de la enfermedad.