La bodega más antigua de las Islas Canarias, Bodegas El Grifo (Lanzarote), logró marcar un antes y un después para los vinos canarios y el sector vitivinícola español cambiando el ciclo de la vid en su Finca Playa Quemada y adelantando a principios de abril la recogida de 5.000 kilos de malvasía volcánica. De este modo, se convirtieron, durante este 2022, en los primeros en realizar la vendimia en todo el hemisferio norte.
Ahora, cinco meses después, el resultado de esa vendimia toma forma en 3.600 botellas de un vino que se ha bautizado, precisamente, con el nombre de Vendimia de invierno. Una nueva referencia, fresca y expresiva, que mantiene la línea de la bodega y su apuesta por elaborar vinos singulares y profundamente vinculados a la cultura de la isla.
La nota de cata
Tal y como dicen desde Bodegas El Grifo, se trata de un vino histórico de color amarillo pajizo, limpio y brillante. En nariz, domina el carácter varietal de la malvasía volcánica, aromas con recuerdo a azahar, polvo de talco y albaricoque; también se aprecian aromas procedentes de la fermentación con los racimos que recuerdan a la guinda o a la manzanilla.
En boca sorprende por su complejidad, con un buen paso y destaca la salinidad característica del Atlántico, que apenas se encuentra a 1.950 metros en línea recta de Playa Quemada. Un vino fresco, con volumen y con un final amplio.
Voluntad de experimentar
Estas botellas, explica la bodega en un comunicado, recogen el trabajo realizado gracias al empeño del viticultor Francisco Raimundo, de Jorge Rodríguez, enólogo de El Grifo y del asesor Xabier Kamio, a los que también se han sumado otros 170 viticultores colaboradores.
Fue Raimundo quien les propuso embarcarse en este proyecto que muchos tildaron de locura. Este experto intuía que la finca Playa Quemada, en el término municipal de Yaiza y situada en cotas bajas de la isla —donde las temperaturas sufren muy poca variación— reunía las condiciones idóneas para cambiar y adelantar el ciclo de vida de la vid. De modo que, entre marzo y abril, estuviera en el punto adecuado de maduración. Y así ha sido.
Además de este nuevo vino, el proyecto pone sobre la mesa la que podía ser una solución a la nueva realidad que el cambio climático está imponiendo en las viñas, para así poder obtener uva de vinificación con mayor potencial aromático y frescor.