Mientras que la oveja churra busca pastores jóvenes que garanticen su supervivencia en Castilla y León a causa de la falta de relevo generacional, en las excavaciones arqueológicas de La Graja, en el pueblo albaceteño de Higueruela (Castilla-La Mancha), han descubierto un ejemplar completo de una oveja que los análisis fechan entre principios y mediados del siglo XI y que está siendo investigado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Con este estudio, el CSIC determinará si esta oveja está en el origen de la oveja manchega, oveja segureña o quizá oveja churra, de las que ha surgido el Queso Manchego, que cuenta con su Denominación de Origen Protegida. Así lo han anunciado el vicepresidente de la Diputación de Albacete, Fran Valera; la alcaldesa de la localidad, Isabel Martínez, y el director del Instituto de Estudios Albacetenses 'Don Juan Manuel', Antonio Selva, quienes han insistido en que la oveja es "un ejemplar casi único".
También lo han corroborado uno de los codirectores de la excavación y técnico superior de la Escuela de Estudios Árabes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Pedro Jiménez, y la investigadora principal, Marta Moreno García. Todos han coincidido en subrayar que La Graja es un referente nacional para el conocimiento de la vida en las tierras del secano de Al-Ándalus "y el origen del paisaje humano que ahora hay en La Mancha", probando además la importancia que tuvo la economía ganadera.
Una oveja singular
De hecho, "la singularidad" de este ejemplar de oveja llevó a la dirección de las excavaciones a solicitar el estudio y análisis del ejemplar al CSIC. Y ha sido la experta en zooarqueología Marta Moreno quien ha revelado que se trata de un tipo de oveja de menor alzada, mucho más pequeña que las actuales, que alcanzó la madurez, calculándose que vivió entre 6 y 8 años.
Moreno ha detallado que la dura y azarosa vida de estos rebaños, sometidos al riguroso clima albaceteño, a la trashumancia por la región y al acoso de depredadores, hicieron mella en esta oveja. Los huesos del ejemplar muestran patologías relacionadas con la alimentación, enfermedades y daños que podrían vincularse a la exigencia del pastoreo.
Textiiles en Chinchilla, Iniesta o Cuenca
Junto a esto, los expertos han arrojado más información en torno a las formas de vida de la época y han apuntado que este ejemplar de oveja de La Graja y los rebaños que configuró nutrieron a los famosos talleres textiles de ciudades medievales como Chinchilla, Iniesta o Cuenca.
En estos momentos, se sigue trabajando para describir las condiciones de alimentación, el tipo de estabulación o el pastoreo al que fue sometida la oveja. Además, como curiosidad, los expertos han apuntado el hecho de que el esqueleto estuviera completo y articulado, lo que indica que fue depositada intencionadamente en el lugar y que no consumieron su carne, mientras que la aparición de dos marcas en el cráneo revela que fue degollada siguiendo el ritual islámico.
Este descubrimiento permite profundizar, con un mayor grado de detalle, en el conocimiento de las características de la cabaña ganadera que pastaba en las tierras albaceteñas por el año 1000. Además, el hallazgo de este ejemplar de oveja, tal y como ha recordado el director del IEA, Antonio Selva, se une a otros que se han producido anteriormente en este yacimiento arqueológico y entre los que destaca la primera mezquita rural de Castilla-La Mancha.