Elkano, el templo culinario en este caso, atesora la estrella Michelín que obtuvo en 2014 en un enclave formidable de Euskadi: Getaria. Merece la pena la escapada. Templo de kokotxas rebozadas, a la parrilla y en salsa. Formidable también las explicaciones precisas en Sala de Aitor Arregi (ha dado ponencias en Gastronomika San Sebastián) para servir el rodaballo. Hace unas semanas, el asador consiguió tres Soles Repsol. Se conjuga todo: el lugar, el punto inigualable que tienen estos maestros parrilleros con ese pescado o esa parrilla exterior tan singular como emblemática. Trilogía de los pescados: azul, blanco, de roca y plano. Unos hongos de la casa demuestran que en el Elkano la parrilla no sólo hace considerable a los frutos del mar. Ese bosque también queda plasmado con todo el sabor de estos sabios de la restauración vasca.Lo dicho. Por si se presenta escapada a Euskadi, en estos momentos que parece que mejora la cosa aunque toda la precaución del mundo. Francisco Belín