El foie, producto considerado patrimonio gastronómico nacional de Francia, ha sido prohibido en las recepciones oficiales de tres ayuntamientos galos: Estrasburgo, Grenoble y Lyon, capital gastronómica de Francia. Esta noticia pone en el punto de mira a un sector que vive su mejor temporada a las puertas de Navidad, época en la que se genera un 30% de la facturación anual del producto.
La producción del foie solo está permitida en cinco países de Europa: Rumanía, Hungría, Bélgica, Francia y España.
Ante esta noticia, el presidente de la Federación Avícola Catalana (FAC), Joan Anton Rafecas, ha declarado a Hule y Mantel que “aunque todavía es muy reciente y habrá que ver cómo evoluciona todo esto, de momento no hay ningún tipo de temor. Estamos en un momento dulce”.
Su opinión coincide con la que proporciona otra fuente de la producción de foie a nivel nacional, que prefiere mantener el anonimato, y que ha manifestado que la política y el consumo ahora mismo van por otras vías, ya que la pandemia ha aumentado la venta tanto de foie como de otros alimentos de lujo (como el caviar o el jamón ibérico). Por lo que ha asegurado que estas noticias solo dañan la reputación del sector, pero no disminuyen las ventas.
La prohibición de este alimento, del que España es el segundo consumidor a nivel mundial, solo superado por Francia, ya ha sido objeto de debate en California, Japón o Sao Paulo. Actualmente, su producción solo está permitida en cinco países de Europa: Rumanía, Hungría, Bélgica, Francia y España.
La Asociación Interprofesional de las Palmípedas Grasas (Interpalm) ha afirmado a Hule y Mantel que estas decisiones “obedecen a ideas que no tienen nada que ver con la ciencia ni con los protocolos y, por lo tanto, nosotros no vamos a entrar en valoraciones”. Lo único que ha querido aseverar la asociación es que “todos los productores de foie cumplen con la legislación europea y, además, en España existe un protocolo de bienestar animal que también se cumple”.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura, que al ser interrogado optó por llegar a un consenso con los productores españoles antes de dar una respuesta, finalmente ha decidido “no hacer ningún pronunciamiento ni comentario sobre un asunto que se refiere a un conflicto de ámbito nacional en otro país”.
Una actitud muy diferente es la del Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA), que sí se ha mostrado abierto a hacer declaraciones: "celebramos cualquier paso adelante que se haya dado hacia su prohibición y confiamos en que muy pronto el resto de países nos sumemos a esta reivindicación ya histórica, pues llevamos años realizando campañas para acabar con este negocio".