El cocinero Dabiz Muñoz vuelve a ser noticia (una vez más). En esta ocasión, y tras anunciar que no trasladará su triestrellado DiverXO a La Finca (Madrid), el madrileño acaba de inaugurar Hungry Club, un nuevo concepto de negocio de restauración en la Terminal T4 Satélite del Aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que en el futuro llegará también a los de Barcelona, Málaga y Palma de Mallorca.
Considerado como mejor chef del mundo por The Best Chef Awards durante tres años consecutivos, ha establecido una alianza con Avolta, dedicados al travel retail y a la restauración aeroportuaria. Juntos, a través de una joint venture con el Grupo UniverXO, han creado Hungry Club, un concepto innovador que, dicen, busca transformar la experiencia gastronómica en los aeropuertos.
En un comunicado explican que "Hungry Club by Dabiz Muñoz nace para romper las reglas de lo que entendemos por 'comer en un aeropuerto'. Es un concepto pensado para personas hedonistas, exploradoras, gente inquieta e inconformista que busca disfrutar de la buena comida en cualquier lugar del mundo y, ¿por qué no también en un aeropuerto?".
Qué se come en Hungry Club
Tal y como el mismo Muñoz mostraba en su perfil de Instagram —esa fuente inagotable de noticias—, algunas de las elaboraciones disponibles son una pizza con kimchi, huevo y patatas fritas, su versión del tradicional hot dog, diversos sándwiches, un ramen seco de salmón y un laksa, una sopa de fideos típica de Malasia y Singapur.
No faltan las creaciones dulces como los flat croissants de chocolate o con nubes de azúcar, otras piezas de bollería y la famosa tarta de queso de la Pedroche. De hecho, las creaciones varían según el momento del día, ya sea desayuno, brunch, almuerzo o cena, y los platos se pueden degustar en barra o para llevar —con packaging adecuado para subir al avión—, adaptándose a las necesidades de los viajeros.
Son platos pensados para comer rápido, basados en su experiencia viajando por todo el mundo, y que mantienen su línea de creatividad e inspiración y pasión por las cocinas asiáticas a la que nos tiene acostumbrados el cocinero, que actualmente ocupa el puesto número #4 del mundo en el ranking The World’s 50 Best Restaurants.
A esta primera apertura en el aeropuerto de Madrid se le sumarán en los próximos meses otros restaurantes —en total nueve locales— en los aeropuertos de Barcelona, Málaga y Palma de Mallorca, que estarán ubicados dentro de las tiendas libres de impuestos y tendrán su mismo horario.
El universo XO: tres estrellas y 'foodtrucks'
En el mismo comunicado, Muñoz afirma que "en el mundo XO no paramos de desarrollar ideas nuevas, siempre bajo nuestras propias reglas y códigos; y son estos los que nos permiten desarrollar ideas y conceptos únicos tanto para un restaurante top mundial como DiverXO, como para una foodtruck viajera o una comida a domicilio increíble como GoXO".
Y añade: "Llevamos mucho tiempo trabajando en Hungry Club y para mí ha sido increíble. Por mi ritmo de vida paso mucho tiempo en aeropuertos, conozco bien las dinámicas, el tempo, las prisas por no llegar y las horas muertas de un retraso. Viajo por los cinco continentes prácticamente cada año y llevo mucho tiempo estudiando cómo hacer algo que no se haya hecho nunca, una experiencia hedonista, dinámica y frenética con la calidad que nos imponemos nosotros mismos. Estoy muy feliz de que por fin este proyecto vea la luz".
Este acercamiento a la restauración aeroportuaria, se suma a sus otros proyectos: DiverXO, con tres estrellas Michelin —fue la segunda persona más joven del mundo en ganarlas, a los 33 años— y tres soles Repsol, es la joya de la corona de Muñoz y tiene uno de los menús degustación más ansiados (y estratosféricos) de Madrid.
Abrió en 2007 en la calle Bravo Murillo para, siete años después, y ya siendo triestrellado, trasladarse al Hotel NH Collection Madrid Eurobuilding, emplazamiento que deberá abandonar tras acordarse la separación del chef y la cadena NH Hotel Group
StreetXO y RavioXO —con una estrella Michelin y un sol Repsol, y entregado a los dumplings y las pastas de influencia asiática—, todos ellos en Madrid, son sus otros negocios. Sin olvidarnos de GoXO, su servicio de delivery de alta cocina, que fracasó en Barcelona, tal y como desvelamos en Hule y Mantel. Y el food truck Pollos Muñoz, que recorre la geografía española haciendo paradas en diferentes ciudades con propuestas de pollo frito.
También ha lanzado una tienda de merchandising asociado al universo XO; y, como muchos otros chefs y bartenders españoles, ha querido probar fortuna en los Emiratos Árabes, la gallina de los huevos de oro, y ha abierto su restaurante StreetXO Dubái.