De las bondades de las algas, que en España se cultivan en algunas zonas de Galicia y Andalucía, mayoritariamente, ya hace tiempo que hemos oído hablar. Desde ahora también crecerán en las bahías de los Alfacs y del Fangar, en la zona del Delta del Ebro, donde se ha puesto en marcha el cultivo de algas en cuerdas con plántulas mediante un sistema similar al que se utiliza para el cultivo del mejillón y ostras en el Mediterráneo.
La iniciativa, que nace gracias a la colaboración entre la Administración y el sector acuícola del Delta del Ebro, es una de las primeras experiencias de cultivo de macroalgas en cuerdas, ya que ahora mismo no hay referentes de esta forma de plantación en ningún otro sitio del mundo y por eso es una propuesta pionera y se espera que permita fortalecer el sector acuícola catalán.
Diversificar el sector
La plantación se ha llevado a cabo aprovechando la experiencia de una prueba piloto iniciada en 2022, con la que se ha podido comprobar cuáles eran las mejores ubicaciones en las bahías, las densidades de siembra, la medida de las plántulas y la protección contra depredadores en las fases iniciales.
Sergi Tudela, director de Política Marítima y Pesca Sostenible de la Generalitat de Catalunya, ha explicado que una de las razones que justifican el proyecto es "la diversificación del sector, que busca cultivos sostenibles, adaptados al cambio climático y que ofrezcan valor al sector acuícola".
"De manera creciente, los organismos internacionales como la FAO o la propia Comisión Europea están promoviendo el desarrollo de una acuicultura basada en la naturaleza, mediante especies de bajo nivel trófico como las algas. En Cataluña tenemos todos los ingredientes para hacerlo posible", ha declarado. Según el gerente de Fepromodel, Gerardo Bonet, "hay que adaptar las técnicas y la experiencia en la producción de mejillón a un nuevo cultivo, buscando diversificar el sector".
50 kilos de alga para restauración
En este primer cultivo, se han sumergido 150 metros de cuerda sembrada con diferentes métodos y tamaños de plántulas de dos especies de algas, la Ulva intestinalis y la Ulva lactuca (conocida como la lechuga de mar) y se hará un seguimiento riguroso para obtener datos que permitan mejorar las producciones y compatibilizarlas con el resto de cultivos.
La Ulva intestinalis se usa para la alimentación en algunas zonas del planeta, pero en Occidente se usa básicamente para fines medicinales. Por su parte, la lechuga de mar se usa comúnmente como verdura en ensaladas. También se sirve cocido, en sopas y como acompañamiento con carnes y pescados, y es muy utilizada en Gran Bretaña, Irlanda, Escandinavia, Japón y China, y cada vez más en España.
En la primera cosecha se espera obtener unos 50 kilos de alga, que se destinarán a alimentación, básicamente en el sector de la restauración, y también se valora realizar estudios que permitan conocer con exactitud la obtención de sustancias para la cosmética o la nutrición.