Cosmos, término de origen griego que representa la armonía del universo y que también describe a la flor que nos ocupa hoy en la sección semanal dedicada al mágico mundo de las flores comestibles. Por cierto, muestras de cosmos y otras variedades fueron centro de atención en sendos talleres desarrollados en la Casa del Producto Canario durante el noveno Festival Enogastronómico Saborea Lanzarote, dirigidos por Javier Suárez. Entramos en materia. Cosmos bipinnatus o girasol morado al que se le ubica su origen en México. Su belleza y su prolífica producción de flores fue reclamo para que, pronto trajeran los colonos las semillas para la península y desde allí, se extendiera su cultivo como planta ornamental.Es una planta de muy fácil cultivo, que se multiplica por semillas y que se llega a extender con gran rapidez en nuestros jardines.Se trata de una flor compuesta por minúsculas flores amarillas en el centro de la flor y unos llamativos “falsos pétalos” externos cuyos colores pasan por diferentes tonalidades del blanco, rosa hasta llegar al violeta. De su aroma se desprenden matices delicadamente perfumados entre dulces y florales.De esta flor sorprende su sabor, su intensidad florar sin llegar a ser perturbadora, con matices dulces y ácidos que permiten jugar en las aplicaciones. De hecho, si hay una flor que habría que señalar para servirse como ingrediente principal de un plato, esta es sin lugar a duda una de las mejores. Aprovechar los momentos de máxima producción de flores en los jardines comestibles para, con buenas cantidades servirnos de su textura y color.La experiencia nos demuestra que es una flor para prestarle mucha atención en cocina. Sus hojas filamentosas, siempre antes de floración sorprenden en forma, textura y sabor. De las flores, pruebas hemos hecho en jaleas, deshidratada en azúcar, en vinagre de arroz o manzana, secas para infusión, en gelatinas, en crudo o cocinada en salado para aportar un punto de contraste en el sabor y en dulce para acentuar su acidez. Es una flor libre de ese punto amargo que muchas veces acaba por molestar y que las acaba aparcando a un elemento puramente decorativo. En ese proceso de trabajar de cerca en el jardín comestible de Bodegas Monje, de hacer una buena cosecha de pétalos de cosmos y la joven chef Ariadna González Ramos en su paso por las Bodegas Monje surgió una Lemon Pie rellena de pétalos de cosmos.Sin haber encontrado referencias a sus propiedades medicinales respecto a la planta, siempre es bueno recordar que, el contacto con la naturaleza y el simple hecho admirar su crecimiento y belleza se convierte en la mejor receta para cuidar de nuestra salud mental. De hecho, en Bodegas Monje, se ha convertido en el lugar preferido para sacar una de las mejores vistas del lugar. Los jardines también se comen. De eso y de muchas cosas más se habló y se disfrutó en el Museo del Timple, sede de la Casa del Producto Canario durante el festival Enogastronomico de Lanzarote celebrado en la Villa de Teguise (Lanzarote).Las imágenes valen más que mil palabras: reacciones de sorpresa, inspiración, disfrute, conexión salieron de la sala... Y seguro que alguna semilla más se sembró. Agradecida a la organización del festival y a Javier Suárez por todo el trabajo hecho. A @visit_tenerife por la posibilidad de representar con mi productobla isla. Y cómo no, a todos participantes por su interés. Y a quienes me han apoyado para hacerlo posible.Gracias a @nathalieleturcq por poner a mi disposición su creatividad natural de @vinotinte. No podría sentirme más agusto con su estilo. En la foto, con Andoni Luis Adúriz (Mugaritz, Rentería, 2 estrellas Michelín) que clausuró las ponencias del Aula del Gusto. Una semana más… ¡Flores para qué os quiero! Y ¿cómo no os voy a querer?Laura López TerrónMi Jardín Se come