Hace unos meses reflexionábamos sobre la campaña lanzada por la empresa ficticia Hermanos Belmonte Carne de Perro Ecológica que, con sarcasmo y mala leche, copiaba uno por uno los mensajes habituales de quienes defienden la carne ecológica de pequeños productores y de proximidad, aplicándolo a la carne de perro.
Una campaña con un mensaje animalista que venia a plantear este debate: si te comes una vaca, ¿por qué no también un perro? Lo que parece impensable en nuestro país, ha sido cultural y gastrómicamente aceptado en Corea del Sur (y en otros países) hasta ahora.
Veto a la carne de perro
La Asamblea Nacional (Parlamento) de Corea del Sur ha aprobado prohibir la cría, matanza, distribución y venta de carne de perro para consumo humano, en lo que supone un triunfo histórico para los defensores de los derechos de los animales tras décadas de lucha en el país asiático.
La ley, propuesta por el gobernante y conservador Partido del Poder Popular (PPP), consensuada con el resto de partidos e impulsada por la primera dama surcoreana, Kim Keon-hee, fue aprobada por 208 votos a favor y 2 abstenciones.
En vigor a partir de 2027
La normativa entrará en vigor tras un periodo de gracia de tres años y, a partir de 2027 los infractores podrán encarar penas de hasta dos años de cárcel o multas de hasta 30 millones de dólares.
La norma estipula que el Estado proveerá subsidios para ayudar a aquellos involucrados en la industria de la carne de perro para que se involucren en otras actividades económicas.
Según datos del Gobierno surcoreano, en el país asiático existen aún unas 1.150 explotaciones que crían perros para consumo humano, 34 matarifes, 219 distribuidores y unos 1.600 restaurantes que incluyen platos con carne de perro en sus menús.
El tradicional consumo de carne de perro en Corea del Sur ha caído enormemente en las últimas décadas a medida que han ido en aumento el número de hogares que poseen mascotas.
Sondeos de años recientes muestran que una gran mayoría de surcoreanos nunca ha probado la carne de perro y que no tiene intención de hacerlo, al tiempo que la mayoría de grandes mercados de este tipo de carne ha cerrado ya y el Gobierno y diversas asociaciones han logrado ir clausurando muchas granjas y mataderos y ayudado a sus dueños a cambiar de negocio en la última década.
Consumo en otros países
El consumo de carne de perro es una práctica vigente en países asiáticos como China, India, Vietnam, Filipinas, Camboya e Indonesia. Se estima que unos 30 millones de perros son sacrificados cada año en Asia, incluidos unos 10 millones de China, 5 millones en Vietnam y un millón en Indonesia, aunque las cifras podrían ser mayores debido al comercio ilegal, según datos de la ONG Humane Society International.
Pese a estos números, el consumo de carne canina no es algo generalizado y la situación legal cambia según el país y a veces las ciudades. En Taiwán, por ejemplo, comer perro fue algo permitido durante años pese a que había leyes contra su venta, pero en 2017 el país se convirtió en el primero en Asia en prohibir el consumo de este tipo de carne.