La ONG World Central Kitchen, fundada por el chef español José Andrés, sigue adelante con su "cocina solidaria" en Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, pese al ataque sufrido el sábado, cuando un misil ruso impactó en su local de esa ciudad y dejó cuatro trabajadores heridos. El bombardeo provocó un incendio en varios edificios del centro y destruyó la cocina que suministraba comida a los habitantes de esta ciudad, situada al noreste del país, cerca de la frontera con Rusia.
Los afectados se encuentran en el hospital y permanecen fuera de peligro. Además, dos personas ajenas al proyecto de José Andrés han muerto en el ataque, según han publicado diversas agencias. El mismo chef lanzó este mensaje en su perfil de Twitter: "El equipo de @WCKitchen y nuestros compañeros ucranianos están enervados pero a salvo después de un ataque con misiles en un restaurante en Kharkiv. Dar de comer en medio de una guerra insensata es un acto de valentía, de resiliencia, de resistencia…y seguiremos cocinando".
Hora más tarde, ha publicado: "A todos los que se preocupan y envían buenos deseos al equipo en Kharkiv, gracias, los heridos están bien y todos están listos y dispuestos a comenzar a cocinar en otro lugar. ¡Todos nuestros amigos son VERDADEROS héroes! ¡Muchas formas de luchar, lo hacemos con comida!".
El trabajo continua
Por su parte, el director de la ONG, Nate Mook, también a través de su cuenta en Twitter, ha afirmado: "Nuestro trabajo continua. El personal del restaurante está trasladando toda la comida y los equipos no dañados a otra cocina. El personal herido está bien y todo el equipo quiere seguir cocinando. Verdaderamente asombrado con la valentía de nuestros compañeros de @WCKitchen". Palabras que Mook ha acompañado con un pequeño vídeo de sus colegas cargando el material en un camión. Horas antes había compartido otro vídeo en el que podía verse cómo había quedado la cocina, totalmente destruida.
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, los voluntarios de World Central Kitchen han estado proporcionando comidas calientes y productos alimenticios a los refugiados de la guerra en zonas fronterizas con Polonia, Rumania, Moldavia, Hungría y Eslovaquia; y estas últimas semanas, su trabajo se ha centrado en las ciudades liberadas en el norte que comienzan a recuperarse de la ocupación. Se estima que WCKitchen ya ha repartido casi 10 millones de toneladas de alimentos.