Semana de anuncio de cierres en la restauración del País Vasco. Primero llegó la noticia de que el histórico Zuberoa pondrá fin a su trayectoria, presumiblemente, el próximo 30 de diciembre. Así lo confirmaba a distintos medios su chef Hilario Arbelaitz, poseedor de una estrella Michelin, que se jubilará a los 71 años. Apenas unos días después, se conoce también el cierre de Eme Be Garrote de Martín Berasategui, otro restaurante de Guipúzcoa que con su adiós deja al País Vasco sin otra estrella.
Zuberoa, sin continuidad
Zuberoa está situado en un antiguo caserío con más de 600 años de historia del barrio de Iturrioz, en Oiartzun (Guipúzcoa), y es uno de los principales referentes de la gastronomía vasca. El chef Hilario Arbelaitz, con una trayectoria de más de 52 años en la cocina, es la cara más visible del restaurante, un negocio familiar en el que también figuran sus hermanos Eusebio y Joxe Mari. No hay relevo en la familia, ni voluntad de dejar la gestión del restaurante en otras manos, por lo que su continuidad no está asegurada en 2023.
Aunque, tal y como han avanzado la periodista Paz Álvarez en el diario CincoDías, y otro medios, la decisión no es del todo firme. “El futuro de Zuberoa se decidirá el 10 de noviembre —cuando vuelvan de sus vacaciones—. La última palabra no está dada”, ha dicho Arbelaitz a ese diario. De momento, el restaurante seguirá ofreciendo su "cocina tradicional, con guiños a lo moderno", tal y como explican en su propia página web, que ha dejado infinidad de platos elaborados con carne de caza y creaciones tan emblemáticas como su foie-gras en caldo de garbanzos o su tarta de queso, tan imitada y paradigmática como la de La Viña. Las reservas, pero, ya están completas hasta finales de año.
Berasategui cierra en San Sebastián
La semana concluye con otro cierre, el del restaurante Eme Be Garrote de Martin Berasategui, tal y como publica el Diario Vasco. Ubicado en el caserío de la antigua sidrería Urkiola, en el barrio de Ibaeta, en San Sebastián (Guipúzcoa), el restaurante nació con la voluntad de convertirse en una sidrería del siglo XXI y como otra forma de "entender la cocina a precios más ajustados de los de mi tres estrellas en Lasarte", ha dicho Berasategui. En 2018, le llegó la estrella Michelin. "Lo hice como un pequeño regalo a Donostia por lo mucho que me ha dado", ha asegurado este donostiarra, de 62 años, a EFE, que apostó en este establecimiento por menús menos costosos pero con una buena relación calidad-precio.
El cocinero, que suma 12 estrellas Michelin —ahora 11— y 12 soles Repsol en sus restaurantes, ha declarado que era un proyecto pensado desde el principio para un tiempo limitado. "Mi idea era tenerlo cinco años, pero al final han sido diez". Ahora se cumple el tiempo de la concesión y Berasategui y sus socios prefieren apostar por otros proyectos. De hecho, el chef sigue imparable en su trayectoria ya que acaba de abrir La Gastrobodega Martín Berasategui, ubicada en El hilo de Ariadna del grupo Yllera, y prepara nuevas aperturas en Dubai, Tenerife, Marbella y Mallorca. Esta última, en tierras Baleares, ya la avanzó hace unos meses en una charla con Hule y Mantel.
