El Gobierno de Castilla-La Mancha va a “luchar con uñas y dientes” para defender los intereses de su vino. La advertencia nace ante el nuevo etiquetado que el Parlamento europeo pretende incluir en las etiquetas del vino, sobre el riesgo que existe con su consumo. La portavoz del Ejecutivo, Blanca Fernández, ha sido quien ha entonado la queja. Fernández ha sido rotunda al montrarse "absolutamente en desacuerdo".
En el vídeo oficial de la portavocía, emitido por Castilla-La Mancha Media, Fernández asegura que "el vino no es cancerígeno" y se opone a la equiparación el vino con las bebidas destiladas, negando que se puedan homologar por igual. Al respecto añade: "es muy injusto y no se sostiene en criterios científicos, comparar las bebidas destiladas con el vino de buena calidad que producimos en Castilla-La Mancha".
Luchar con uñas y dientes
La política se ha comprometido: "vamos a luchar con uñas y dientes para defender los intereses de un sector que no solamente nos hace sentir orgullo, sino que además hace que tengamos empleo y que exportemos marca España y marca Castilla-La Mancha con vinos cada día de mejor calidad".
Según informa el medio público, Fernández también ha argumentado que “está demostrado que tiene taninos y efectos positivos para la salud si se trata de un buen vino como mayoritariamente hacemos en Castilla-La Mancha”.
Cabe recordar que Castilla-La Mancha es "el mayor viñedo del mundo", con 468.029 hectáreas y ocho Denominaciones de Origen (DO) vitivinícolas y vinos de pago. Su posicionamiento global es cada año mayor.