Las elecciones municipales obligaron a aplazar un fin de semana —suele ser el último de mayo— la celebración del XLII Aplec del Caragol de Lleida que arranca este viernes, 2 de junio, con su particular chupinazo, denominado lo caragolasso, y que durante tres días despachará hasta 13 toneladas de caracoles entre cerca de 200.000 visitantes.
Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y Fiesta Tradicional de Interés Nacional en Cataluña, la mayor cita gastronómica de la capital leridana está organizada por la Federación de Peñas del Aplec del Caragol de Lleida (Fecoll) y tiene lugar en el recinto dels Camps Elisis, que este año recibirá 115 "colles" —ocho de ellas son nuevas— y 14.500 "collistes" gracias a la ampliación del espacio y a las mejoras que se han realizado.
¿Cómo se cocinan los caracoles?
Los platos de caracoles son muy populares en diversas provincias españolas y existen recetas autóctonas en varias de ellas para preparar estos moluscos: a la andaluza, a la burgalesa, a la extremeña, a la grotesca, a la patarrallada, a la riojana, a la santoñesa, la valenciana, a la vizcaína, a la alcoyana…, tal y como contaba en este artículo nuestro colaborador, el académico Rogelio Enríquez.
En Lleida, en concreto, el caracol es un "símbolo ancestral de la cocina tradicional", tal y como explican desde la Fecoll, y se mantiene como un plato habitual de las cartas de los restaurantes de la zona, llegando incluso a hacerse un hueco en la cocina de vanguardia. Se cocinan a la gormanda o en cazuela, aunque la elaboración más popular, y la que se utiliza mayoritariamente en el Aplec, es, sin duda, a la llauna.
Para ello, se usa una plancha metálica plana con asas, sobre la que se disponen los caracoles limpios —dejunats, dicen en Lleida—, uno a uno y boca arriba, y la lata se coloca sobre las brasas. Una vez cocinados, se extraen del caparazón con un punzón de madera, un poco más largo que los habituales palillos, y se mojan en alioli —hecho a mano con el mortero con aceite y ajo— junto con la vinagreta.
¿Cómo integrarse en la fiesta?
Los turistas y visitantes que no pertenezcan a ninguna "colla" pueden integrarse —bajo reserva— a la fiesta dentro de la "colla" de Los Forasteros con diversas fórmulas que incluyen menú en el restaurante del Aplec, Lo Tast, y cata de caracoles —caracoles, pan, alioli, vino o cerveza o refresco— (precios entre 44 y 16€). Además, se ofrecen catas de caracoles para grupos a 12€, y menú infantil, por 12€. Los packs incluyen el sombrero de la fiesta y se puede adquirir el pañuelo por 3€.
Más allá de lo puramente gastronómico, que incluye también concursos de tiraje de cervezas y catas maridadas, la cita se caracteriza por su amplísimo programa de actividades organizadas por las "colles": comidas de "germanor", conciertos, castellers, pasacalles, concursos de toda índole, propuestas infantiles, verbenas... todas ellas de carácter gratuito y abiertas al público, para celebrar las bondades de los caracoles y disfrutar durante todo el fin de semana de una fiesta muy sabrosa.