Si no sabes cuál es el primer vino del año, en Hule y Mantel pasamos a la acción para contártelo. En Cataluña existe la tradición del vi novell que busca rendir homenaje al primer vino de la cosecha y que, actualmente, algunas bodegas no solo han recuperado y devuelto a la vida sino que han posicionado como una cita ineludible del otoño.
La tradición indica que “per San Martí, mata el porc i enceta el vi”. Vamos, que el 11 de noviembre, día de la matanza del cerdo, se festejaba fuerte con vino. Algo natural si pensamos que antiguamente el vino solía echarse a perder a lo largo del año.
Así que la llegada de los primeros vinos era bien celebrada, llegando incluso a crear una simbología en las posadas. Se solía poner encima del portal una rama de pino con la que se indicaba a toda persona, sobre todo a los comerciantes de paso, que ese establecimiento gozaba de las bondades de estos vino jóvenes.
Hoy día tienen una segunda vida y, por ejemplo, en Cataluña, el Celler Masroig, una bodega cooperativa situada en el Priorat, es una de las que más se ha involucrado en ello. Cada año celebra la llegada del 'vi novell' e incluso monta un concurso para diseñar su nueva etiqueta. Todo un acontecimiento que lleva a tierras tarraconenses un sinfín de winelovers del fruterío juvenil.
¿Cómo se elabora un vino novel?
Actualmente, estos vinos se hacen siguiendo el proceso de la maceración carbónica. ¿No sabes qué es? Pues no es otro que echar la uva en el depósito sin estrujar, dejando el fruto entero de los racimos. El depósito no se llena del todo, dejando un 20% del total en la parte superior con oxígeno.
El propio peso de la uva va a hacer que algunos granos en la parte posterior se estrujen, creando un poso de mosto que empezará a fermentar. Como todos sabemos, la fermentación es un proceso químico, en este se transforman los azúcares en alcoholes expulsando dióxido de carbono. El CO2 expulsado aparta al O2 superior y provoca una cosa muy muy chula. Primero, que yo esté describiendo esto como un taller de Flipi; segundo, una fermentación intracelular.
Respiremos… Este tipo de procesos hacen que el mosto fermente dentro de la uva, sin el contacto con la piel exterior. Es decir, van a obtener toda la carga de fruta tanto del mosto como la piel, pero al no existir contacto exterior, no obtienen elementos como los taninos.
El resultado: vinos que son puro zumo de uva. Alegría frutal a borbotones, fiesta, chuche y lo queráis. Son la bomba. De hecho, esta es la clave del beaujalois nouveau que tanto os gusta, pero que sepáis que en Cataluña, La Rioja, Toro y alguna otra zona más que se me escapa también los hacen. Dando como resultado unos vinos disfrutables a gogó.
5 vinos noveles de España
Para que os vayáis familiarizando con el vi novell os proponemos una lista de cinco exquisiteces patrias, vinos que son muy disfrutables. Así que buscad, bebed y, sobre todo, disfrutad, que estas referencias son la alegría de la huerta.
Vi Novell (Celler Masroig, Montsant)
Por rigor histórico y porque mi catalanidad me tira, lo pongo el primero. Ellos han devuelto a este petit país una de sus tradiciones, la del vi novell. Con toda falta de rigor y sin ningún dato que me contradiga, son los primeros. Y si no, me da igual, pero me caen fenomenal al ser punta de lanza en esta tradición. Hecho a partir de garnacha tinta y cariñena, obtienen un vino que es la leche. ¡A comprar! Precio: 7,50 euros aprox.
Fariña Primero (Bodegas Fariña, Toro)
Esta bodega de la zona de Toro tiene en este vino otra joyita. Parecido a lo que sucede con Masroig y su etiqueta, las etiquetas del Primero siempre cambian. Esto también es debido a otro concurso para ver quien la ilustra. Procedente todo de uva tinta de Toro, este vino es expresivo y afrutado a más no poder. Otra virguería en boca. Precio: 7,40 euros aprox.
Luberri maceración carbónica (Bodega Monje Amestoy, La Rioja)
One of my favorites! Ojo, que esto es glu glu de manual. Le das un toque de frío y lo petas al máximo. Bajas los litros de vino y subes el índice de consumo estatal. Cosa buena, oigan. Perfecto para esas barbacoas de invierno con amigos, familia, amante o quien os apetezca. Tempranillo casi al total con un pequeño aporte de viura. Precio: 7,50 euros aprox.
Trepat Novell (Celler Carles Andreu, Conca de Barberà)
Mucho ojito a esta bodega con lo que hace, sobre todo en el apartado espumosos. Pero estamos ante un vino mega chulo. La trepat de por sí ya es un varietal que ofrece cargas de frutillos rojos. Si a esto le sumas una maceración carbónica y un varietal poco alcohólico, posiblemente tenemos un combo perfecto para apodar el mote “vino de trago largo”. Precio: 7,95 euros aprox.
Artuke maceración carbónica (Bodega Artuke, La Rioja)
Y cerramos con una bodega que me encanta. Creo que los que me leéis, a parte de mi familia, sabéis que la bodega Artuke es fija en mi lista. Su maceración carbónica es otro que se debería vender a cholitros, porque una botella me parece escasa y una caja… lo mismo. Tempranillo pagüer y un pelin de viura como con Luberri, en La Rioja se lo saben montar bien. Tenemos otro vino de jolgorio, alegría y diversión inigualables. Precio: 7,95 euros aprox.