El aguilucho cenizo, que se ha alzado como Ave del Año 2023, está estrechamente ligado al medio rural y a los campos de cereales, en especial a los de trigo y cebada, porque ayuda a los agricultores a mantener a raya la población de topillos, ratones o langostas que diezman cosechas. Esta especie está sufriendo un declive en su población muy vinculado a la actividad humana en los secanos. Y una cerveza puede ser su salvadora en Cataluña. Se llama URPA ("garra", en castellano) y la han creado agentes rurales de Lleida y un grupo de ornitólogos para concienciar sobre la protección del aguilucho cenizo.
¿Cómo se elabora?
El aguilucho cenizo suele instalar su nido en medio de los campos cerealísticos, protegidos por la altura de las plantas. Cuando el agricultor detecta un nido en su terreno, debe avisar a los agentes rurales para delimitarlo y dejar una media hectárea sin cosechar alrededor del nido para asegurar el éxito de la puesta, ya que si ese terreno fuera cosechado el nido quedaría expuesto a la intemperie y fracasaría. Desde hace tiempo, las administraciones, después de un largo papeleo, compensan a los agricultores por esa porción de terreno sin cosechar.
Y es precisamente de estas plantas que no han sido cosechadas donde nace la idea de la cerveza URPA, que se elabora, exclusivamente, con la cebada que no ha sido cosechada durante la época de cría de este ave, para garantizar así el éxito de las puestas y de sus nidos, y que se siega después del periodo de reproducción del cenizo.
“Llevábamos varios años sensibilizando sobre el aguilucho cenizo con camisetas, pegatinas… pero no llegábamos a tocar la fibra como queríamos. Fue entonces cuando pensamos en elaborar una cerveza con la cebada que ha sido habitada por el aguilucho cenizo", nos cuenta Miki Rodríguez, agente rural de Tàrrega (Lleida) que realiza diversas actividades de sensibilidad ambiental a través de Limonium Natura, y es uno de los impulsores de esta idea.
"Además, esta cerveza puede ser el medio ideal para crear puentes de proximidad entre agricultores y conservacionistas”, agrega Rodríguez y alega a la tradicional falta de entendimiento en el mundo rural cuando se tenía que delimitar un espacio herbáceo en su parcela para que criara esta especie. “La idea de la cerveza nace como producto de valor añadido que vincula directamente conservación y agricultura y que llega directamente, porque una cerveza fresca siempre entra”.
¿Por qué es una cerveza diferente?
Más allá de su componente conservacionista, hablamos también de una cerveza que únicamente que se obtiene de las porciones de territorio de cría. Eso significa que si en Cataluña criaron el año pasado ochenta parejas de aguilucho cenizo, la cebada que sirve para elaborar esta cerveza es limitada a esas pocas hectáreas. “Cuantos más nidos de cenizo haya, más URPA podremos elaborar”, explica Rodríguez.
El agente forestal espera poder aparecer este verano por los campos de cría de esta especie con botellas de URPA para brindar con los agricultores: “En agradecimiento a su labor de conservación y como premio económico a esa cebada que dejaron sin cosechar cuando tocaba. La cerveza es el colofón y el final festivo a todo un proceso que ha exigido el sacrificio de todas las partes implicadas”. El reto de futuro es que los agricultores hagan suya esta cerveza y la entiendan como un producto de valor añadido a sus cosechas. “Ojalá se cooperativice su producción con la implicación conjunta de todos los agricultores que acogen aguiluchos cenizos en sus tierras”, concluye.
El resultado final y un documental
URPA se elabora con cebada en crudo, sin casi baldearla. La preparan en La Vella Caravana, una fábrica artesana de cerveza en Menàrguens (Lleida). Al final del proceso, se obtiene una cerveza con un punto amargante y cítrico, turbia y que realmente convence en el paladar. Cuenta además con un packaging, obra del ilustrador y ornitólogo Toni Llobet, que impacta y crea simpatía con este ave. “La garra en primer término, la cosechadora de fondo y el amarillo de los ojos del cenizo marcan mucho la imagen de esta cerveza. Cuando recibí la propuesta me volqué entusiasmado”, cuenta Llobet.
En septiembre ya se podrá degustar en el Delta Birding Fetival, donde será la cerveza oficial de este certamen. Y la propuesta es que URPA se convierta en “Garra” y sea una cerveza elaborada por todos los campos de España en los que cría el aguilucho cenizo. Pero hay más...
“Vimos que este proyecto tenía mucho por explicar: desde agricultores comprometidos, agentes rurales, administraciones, científicos. Y pensamos en hacer un documental donde se refleje todo el proceso de cría del aguilucho cenizo, con su situación en Cataluña, en algunas zonas de España y en el sur de Francia”, explica Llobet. De ahí que estos días hayan lanzado un crowdfunding en Verkami para poder tirar adelante este documental y en el que las recompensas, claro está, son botellas de cerveza URPA.