Es hora de empezar a reforzar nuestra despensa pensando en las comidas y cenas de Navidad y, por ello, Bodegas Muga ha vuelto a lanzar uno de sus vinos más selectos, el Aro. Se trata de un rioja, cuya añada de 2015 fue elegida como la mejor de España por el crítico estadounidense James Suckling, que vuelve con fuerza tras un parón de dos años. La bodega descartó las cosechas de 2017 y 2018, ya que no cumplían con sus niveles de exigencia, y presenta ahora Aro 2019, que nace de una combinación de uva tempranillo y graciano.
Un vino rebelde
Aro se fermenta de forma "natural y espontánea" en pequeños depósitos de madera. La crianza, en barricas nuevas de roble francés, dura 18 meses y da paso a una clarificación con clara de huevo de la que resulta un vino rojizo con tonos violetas, con fuerza, intensidad y notas de de canela y pimienta negra. La botella se encuentra en el mercado con precios —no para todos los bolsillos— de más de 200 euros.
La bodega familiar ha presentado en Barcelona este caldo, junto al Torre Muga 2019, considerado menos rebelde y más tradicional que su aclamado hermano menor. El proceso de elaboración es parecido pero el resultado es un producto más equilibrado y discreto, que marida perfectamente con las tradicionales recetas navideñas, las carnes rojas, el cordero, las aves guisadas, el pescado asado, y cuyo precio se reduce a los 75 euros.
Larga y calurosa cosecha
En la presentación de estos dos vinos, Eduardo Muga, director financiero de la bodega, ha hablado de las complejas cosechas de los últimos años. Este verano, la vendimia ha sido más "larga" —empezó el 18 de agosto y se alargó algo más de dos meses-— y "heterogénea", ya que "algunas variedades de uva han resistido mejor que otras el calor".
Por su parte, Manuel Muga ha hablado de la historia de la bodega familiar fundada en 1932 en Rioja y que actualmente ya exporta algo más del 50% de su producto. Los vinos Muga ya llegan a más de 80 mercados, con un creciente protagonismo de América, Oriente Medio y Asia.