La boca es, sin duda, una de las parte más importantes del cuerpo humano ya que, al permanecer en contacto con el exterior, además de posibilitarnos la capacidad de hablar y de intervenir en el proceso de la respiración, nos permite llevar a cabo la ingesta de alimentos.
Asimismo, gracias a los dientes, todos los alimentos que tomamos se mastican y trituran obteniendo trozos más pequeños, facilitando así su deglución y absorción por parte de nuestro organismo, el cual aprovecha todos sus nutrientes para funcionar correctamente.
Sin embargo, el estado y la higiene de los dientes no siempre se cuida como es debido. De acuerdo con Patricia Casas Agustench, profesora de nutrición en la Universidad de Plymouth y colaboradora en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), todo eso sumado al consumo de determinados alimentos puede favorecer la aparición de caries, y, por lo tanto, afectar a nuestra salud bucodental.
¿Qué es la caries?
La odontóloga Cristina Benítez Ruiz, consultada por Hule y Mantel, define la caries como "un daño causado en el diente por las bacterias que se encuentran en la boca y producen ácidos que atacan la superficie o esmalte dental".
En este sentido, la doctora Casas Agustench nos cuenta, además, que "cuando el esmalte se ha erosionado, no se puede regenerar por sí mismo ni puede ser "eliminado" por alimentos o sustancias".
Ambas profesionales destacan que, debido a la mayor sensibilidad del diente afectado, las caries resultan especialmente dolorosas cuando se consumen alimentos a temperaturas extremas, ya sean calientes, por ejemplo una sopa, o fríos, como un helado o granizado.
¿Qué alimentos favorecen la aparición de caries?
Principalmente, los alimentos ricos en azúcares son los que provocan la caries, así como unos hábitos higiénicos básicos insuficientes, tal y como avanzábamos.
De hecho, la doctora Benítez expresa su preocupación ante el incremento de consumo de estos productos procesados que dañan el esmalte dental, especialmente las bebidas ácidas y los aperitivos dulces, como chocolatinas, gominolas, golosinas y piruletas.
Benítez señala también que algunos de estos alimentos tienden a tener una textura más pegajosa, lo que facilita que se adhieran a la dentadura durante más tiempo. Esto aumenta el riesgo de padecer caries, puesto que proporciona un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias cariogénicas.
¿Qué alimentos ayudan a evitar la caries?
Otra especialista consultada, la odontóloga Teresa Solé Blasco, afirma que no existen alimentos que eliminen la caries. Asimismo, la dentista Paula Gomà Díaz indica que el único método totalmente efectivo es llevar a cabo un tratamiento odontológico y complementarlo con revisiones y limpiezas periódicas en el dentista que detecten su presencia con la máxima antelación posible.
Además, también ayuda el mantenimiento de una correcta higiene bucal mediante una serie de pautas diarias, como el cepillado mínimo tres veces al día con pasta dental, así como el uso del hilo dental para quitar los restos de comida que quedan atrapados entre los dientes.
Casas Agustench enumera algunos hábitos alimentarios que sirven para evitar su aparición, como fomentar la hidratación con agua, seguir una dieta mediterránea, limitar el consumo de bebidas azucaradas o consumir alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras. "Gracias a su textura crujiente, al masticar estimulan la producción de saliva y ayudan a limpiar las partículas de comida que se han quedado incrustadas en los dientes", añade.
También resultan muy beneficiosos los alimentos que contienen calcio, como los derivados lácteos, ya que fortalecen la dentadura, así como la vitamina D, que favorece la absorción del calcio", afirma Solé Blasco.
¿Por qué los niños tienen más caries?
Uno de los colectivos más afectados por la caries son los niños y las niñas, quienes la pueden padecer desde edades muy tempranas. El informe Salud bucodental en España: datos 2022, elaborado por Ziacom, empresa especializada en implantología dental, indica que el 35% de los menores de 6 años tiene caries (850.000 niños), lo cual representa alrededor de 4 millones de dientes temporales afectados. De cada cuatro dientes infectados, solo uno ha recibido el tratamiento adecuado; es decir, que el 73% de los dientes de leche con caries está sin tratar.
En cuanto a los adolescentes comprendidos entre los 11 y los 17 años, el 30% presenta caries. Asimismo, alrededor de un tercio de estas caries no han sido tratadas en ninguna clínica, siempre según el estudio mencionado.
La docente de la UOC apunta que la población infantil es susceptible a desarrollar caries debido a factores ambientales, fisiológicos y genéticos: "Los más habituales son una incorrecta supervisión por parte de los padres durante el cepillado, así como la falta de hábitos de cuidado dental, poco consolidados en la infancia, o una dieta que incluye alimentos azucarados".
Fisiológicamente, lo que sucede es que el esmalte de los dientes de leche es más fino y delgado que el de un adulto, por lo que son más vulnerables a los ácidos que generan la caries.
Finalmente, Casas Agustench indica que "los factores genéticos, como tener un esmalte más sensible o ciertas respuestas inmunitarias que resultan menos efectivas para controlar el crecimiento de bacterias nocivas en la boca, también tienen peso a la hora de determinar el impacto de la caries" en los más pequeños.