Las magdalenas artesanas que solo se venden en tres pueblos medievales de Cataluña

En la provincia de Girona se esconden las tiendas de Cal Tuset que llevan casi 30 años elaborando magdalenas en más de una veintena de sabores

autor laia

Coordinadora de Hule y Mantel

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La tienda de magdalenas de Cal Tuset en Peratallada (Girona) / Foto: Hule y Mantel
La tienda de magdalenas de Cal Tuset en Peratallada (Girona) / Foto: Hule y Mantel

Peratallada es una de las visitas obligadas en las tardes de verano (y de todo el año) de la Costa Brava. Entre sus calles medievales, impolutas y magníficamente conservadas, se esconde un bonito rincón, la plaça de l'Oli, donde una cola de personas aguarda ante una pequeña puerta. Esperan para entrar en Cal Tuset y llevarse algunas de sus codiciadas magdalenas artesanas.

Hacemos la cola y nos deleitamos con una magdalena de pistachos y otra de chocolate mientras esperamos para hablar con Carolina Garcia, responsable de la tienda de Peratallada, y una de las caras visibles de esta empresa familiar, que dirige ahora Rubén Tuset, segunda generación, para conocer su historia.

El orígen de Cal Tuset

Las magdalenas de Cal Tuset / Foto cedida
Las magdalenas de Cal Tuset / Foto cedida

Jordi Tuset y su esposa Pepi, actualmente jubilados, trabajaban como panaderos en Badalona y fue en 1995 cuando decidieron "hacer un cambio de aires", dice Garcia, y trasladarse a Castellfollit de la Roca, en La Garrotxa. Compraron una de las panaderías del pueblo, conocida como Ca la Coloma, y la convirtieron en Cal Tuset.

"Probaron con otros dulces que elaboraba Jordi y que eran muy ricos, pero las que tuvieron más éxito fueron las magdalenas", apunta Garcia. ¿Qué las diferencia de las tradicionales magdalenas redondas? "Son más grandes, casi gigantes, con cuatro puntas", explican en su web. 

Son magdalenas artesanales, añade Garcia, que se elaboran con ingredientes básicos pero de buena calidad: leche, huevos, harina, azúcar y aceite de girasol. "No usamos ni mantequilla ni manteca de cerdo".

Más de 20 sabores de magdalenas

Interior de la tienda Cal Tuset en Peratallada (Girona) / Foto cedida
Interior de la tienda Cal Tuset en Peratallada (Girona) / Foto cedida

Empezaron con doce variedades de magdalenas y actualmente rondan las 25: almendra, manzana, mermelada de arándanos, nueces con crema, chocolate con fresas, mermelada de limón, crema de chocolate blanco... y un largo etcétera. Y, si bien intentan experimentar con nuevos sabores, priorizan seguir con estos clásicos que les funcionan y "no complicarse la vida con demasiada parafernalia". 

Este año se han sumado a la tendencia pastelera por excelencia con una magdalena de pistacho "que está teniendo mucho éxito", nos cuenta. Y damos fe de ello porque la combinación es imbatible. También hacen ediciones especiales para fechas como Sant Jordi o Navidad, con una magdalena de turrón que causa furor.

Aunque la de chocolate blanco es la que se lleva el primer puesto, "se vende una barbaridad y lo más curioso es que es muy masculina, su target son hombres de entre 25 y 55 años", afirma Garcia. Y añade:  "Es curioso que cada edad y nacionalidad tiene su magdalena. La gente mayor quiere las de manzana, almendra y crema, que les encantan; los holandeses tiran más por las de confitura; y a los franceses les gustan las de arándanos y las de limón". 

Tres tiendas en tres pueblos

Diversas variedades de magdalenas de Cal Tuset / Foto cedida
Diversas variedades de magdalenas de Cal Tuset / Foto cedida

La mención a holandeses y franceses tiene una explicación, ya que los turistas que veranean en la zona son parte importante de su clientela, especialmente en Peratallada. Igual que en sus otras dos tiendas, que también se ubican en pueblos medievales que son referentes turísticos en Cataluña.

Su obrador está, como decíamos, en Castellfollit de la Roca, donde trabajan cuatro personas, y desde allí se mandan las magdalenas a los otros dos establecimientos: Peratallada —abierta hace ya 13 años— y Besalú. Tres tiendas, en tres pueblos medievales. ¿Intencionado o una simple coincidencia?, le preguntamos.

"Hemos tenido tienda en Vic —la acaban de cerrar después de 12 años por un incremento de alquiler inasumible—, Platja d'Aro, Pals, Terrassa... y actualmente nos hemos quedado con estas tres, que son las que más funcionan. Ha sido casualidad", afirma.

Desde hace pocos meses están experimentando con la venta online, solo en la Península, y van poco a poco ya que quieren que su producto se reciba en las mejores condiciones. "Estas magdalenas tienen que consumirse frescas ya que, al ser artesanas, tienen tres o cuatro días como máximo de buena conservación. Intentamos que lleguen de un día para otro". 

Una producción limitada

Cajas de magdalenas de Cal Tuset y su magdalena de pistachos / Foto cedida
Cajas de magdalenas de Cal Tuset y su magdalena de pistachos / Foto cedida

A pesar de esta novedad, Garcia recalca que su objetivo no es crecer: "Queremos continuar siendo una familia pequeña y con un producto artesanal, poder hacerlo entre nosotros y que el producto se mantenga igual. Industrializar las magdalenas nos obligaría a cambiar la fórmula y no queremos". 

De hecho, es habitual que sus magdalenas se agoten. "Si es así, cerramos y hasta el día siguiente. Tenemos las magdalenas que tenemos y, aunque intentamos hacer una previsión ajustada, nunca sabes cómo te irá", dice.

Aún así, explica que las colas que se forman en su tienda le siguen sorprendiendo, y reconoce que el boca a boca les ha funcionado de maravilla en estos años. "Supongo que se debe a que, más allá de que sea un producto artesanal y que está muy rico, para nosotros, nuestras magdalenas son como una joya e intentamos que la gente las vea así". // Cal Tuset. Plaça de l’Oli, 1B, 17113, Peratallada // Carretera Girona, 17, 17856, Castellfollit de la Roca // c/del Canó, 3, 17850, Besalú (Girona).

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