En Madrid hace ya tiempo que son una de las sensaciones gastronómicas del momento. Tanto que La Martinuca presume de haber facturado 2,5 millones de euros el año pasado vendiendo tortillas de patatas. Eso son muchas tortillas, efectivamente. Concretamente, unas 130.000, servidas enteras o en bocadillo en alguno de sus cuatro locales en la capital o enviadas a domicilio.
Pero incluso quienes no viven allí seguro que han oído hablar de ellas. La influencer María Pombo es una de las socias del negocio y hace tiempo en su paso por el programa La Resistencia repartió entre todo el público uno de sus famosos bocatas de tortilla. Los mejores del mundo dijo mientras enseñaba el ticket con los más de dos mil euros que se había gastado en la gracia. Por supuesto, aquello resultó ser una ingeniosa estrategia de marketing que disparó la popularidad de estas tortillas.
Barcelona ha sido la ciudad elegida por el proyecto para su primera apertura fuera de Madrid y, desde hace unas semanas, ya se pueden pedir a domicilio o pasar a recoger por su local de Les Corts esta tortillas que, según el relato de la marca, están inspiradas en la receta de Martina, la abuela de Víctor Naranjo, otro de los socios y responsable del proyecto Martina. Qué casualidad que haya tanto emprendedor gastronómico con abuelas cocineras, dirán los malpensados.
Cuál es el aspecto de la tortilla
El caso es que, aprovechando la llegada a Barcelona, teníamos curiosidad por probar la que presume de ser la tortilla más famosa de España. Tres mil tortillas a la semana elaboradas de forma artesanal y con los mejores ingredientes, nos cuentan. La gama incluye las clásicas con o sin cebolla, pero también se animan con otros que incluyen pimiento verde, sobrasada, butifarra del Perol…
Nos decidimos por la de cebolla. Cuesta 21,90 euros y promete ser suficientemente grande para sacar seis pinchos de ella. Bastante fina y grande, llega a casa caliente, así que se deduce que está recién hecha.
Y en buen estado, que tampoco estábamos convencidos de que una tortilla de cierto tamaño viajara bien. Se presenta con una caja diseñada para la ocasión y que parece que la protege bastante bien.
En parte porque no estamos ante una tortilla de esas de comer con cuchara, sino que aquí se apuesta por una textura muy cremosa en el interior, con el exterior bien cuajado. La irregularidad de los bordes parece coincidir con esa idea de artesanía y hecha al momento. Vaya, que no todas son exactamente iguales como ocurre con las del supermercado.
Tortilla y bocadillo: qué precios tienen
De color oscuro por la cebolla caramelizada y quizás algo más tostada de la cuenta, el dulzor de este ingrediente se nota pero no es excesivo. El punto de sal también está bien equilibrado y el resultado es, en general, una tortilla muy rica.
Y que, gracias a esa textura cremosa, puede convencer tanto a quienes son más de cosas líquidas como quienes no le hacen ascos a las tortillas mazacote. Bien jugado ese punto intermedio y muy meloso que, además, se presta mucho a ponerla entre pan y pan.
Respecto al tamaño, como prometen, salen seis pinchos bastante generosos. En cualquier bar te sacan de aquí ocho raciones sin despeinarse. Y más si le ponen al lado una buena ración de pan. Además de esta versión grande, también las hay individuales a partir de 13,50 euros. Las de pimiento, sobrasada y demás son algo más caras, tanto en versión pequeña como las grandes. El bocata, con o sin cebolla, sale por 8,90 euros.
Hablando de pan, muy grata sorpresa el que se puede pedir junto a la tortilla. La opción de pan payes (3,80 euros) incluye una pequeña pieza de 250 gramos sin cortar de muy buena calidad. Algo que encaja con la selección de productos gourmet que también se ofrece a través de la web de La Martinuca y donde se pueden pedir productos como las excelentes gildas o anchoas de Codesa, jamón Joselito o cecina Nieto.
El menú también se puede completar con croquetas, ensalada de burrata con tomates cherrys e incluso huevos rellenos. Postre no probamos, pero el arroz con leche —de nuevo, receta de la abuela—- tiene buena fama entre sus clientes. Cuesta 7 euros
¿Es la mejor tortilla de España? Eso es mucho decir y, con permiso de la influencer y de la receta de la abuela, no sé si nos atreveríamos a jugar esa baza. Pero la verdad es que es una tortilla muy rica, que gustará a todo el mundo y con una relación calidad-precio-tamaño muy interesante que, por poco más de 20 euros, te resuelve una comida o cena si hay antojo de tortilla, no hay tiempo o ganas de cocinar.