Durante las vacaciones de verano, tendemos a relajarnos y a cambiar nuestros hábitos alimentarios, ya sea porque cometemos atracones y excesos, porque comemos mucho más fuera de casa o porque incorporamos nuevos alimentos que encontramos en nuestro destino vacacional y que son poco habituales en nuestra cocina, sobre todo si se viaja fuera de España.
Por todo ello, es normal que nuestra dieta se resienta y nuestro estómago pueda sufir una leve hinchazón. Para rebajarla, es importante tener en cuenta estos consejos: comer de forma pausada y con calma, masticar bien todos los alimentos para facilitar su ingesta, beber agua con frecuencia, no tragar aire mientras se come, y consumir alimentos lo más sanos posible, como estos que, además, nos ayudarán a mejorar la salud de nuestra microbiota.
Piña, higos, sandía
Estas tres frutas se caracterizan por su riqueza en agua y fibra, por lo que facilitan el proceso de absorción de alimentos y favorecen la digestión. Asimismo, estimulan el tránsito gastrointestinal y disminuyen la producción de gases.
Cualquiera de las tres es idónea para consumir en verano, tanto como integrante de otras recetas como el fruto solo, o bien en forma de helado o granizado.
Kéfir
Este derivado lácteo es de consistencia similar al yogur y textura más suave. Los productos fermentados siempre son útiles para mantener nuestra flora intestinal sana. Además, es una fuente rica en probióticos.
Apio
El apio, siempre y cuando se tome en su punto de cocción, es un buen aliado por su aporte de hierro y fibra. Cuanto más cocido se consuma, más fácil será su digestión para el estómago. Este vegetal es habitual encontrarlo en elaboraciones como purés, cremas o sopas calientes.
Coliflor
Como sucede con el apio, la coliflor es un alimento con un gran componente saciante, por lo que ayuda a evitar excesos perjudiciales.
Puede comerse cocida junto a otras verduras, hervida o al vapor y funciona como un buen acompañante de carnes y pescados a la plancha. Otra opción deliciosa, aunque menos ligera, es gratinarla al horno con bechamel y queso.
Alimentos ricos en potasio
Una de las razones principales que hacen que el cuerpo retenga líquidos, y por lo tanto, pueda ser sea más propenso a la hinchazón estomacal, es el consumo abusivo de sodio. Los alimentos ricos en potasio sirven para contrarrestar este efecto. Algunos de ellos son: champiñones, aguacate, fresas, plátanos, coles de Bruselas, zanahoria, berros o acelgas.
Alimentos ricos en magnesio
El consumo de alimentos ricos en magnesio también ayuda a contrarrestar la hinchazón que genera el exceso de sodio y sal, cuya ingesta diaria debe ser inferior a 5 gramos.
Algunos alimentos que contribuyen a ello son los frutos secos, como las almendras crudas y las nueces, ideales para regular el tránsito intestinal. Ambas son perfectas para picar entre horas o como ingredientes de un postre e, incluso, como aderezo en alguna ensalada.
Infusiones
La hidratación es fundamental en verano, por lo que se debe priorizar el consumo de agua frente a otras bebidas con alcohol o azucaradas. Las infusiones de cola de caballo, diente de león, menta o té verde son buenas opciones también, ya que se pueden tomar frías y tendrán un efecto refrescante. Asimismo, facilitan la ingesta de alimentos y ayudan a expulsar los gases que se hayan podido acumular en el estómago.
Huevos
El huevo es un alimento con un bajo aporte calórico y alto contenido proteico. Ello hace que tenga efecto saciante y se utilice en muchas dietas para bajar de peso. Los huevos se usan como ingredientes de otras recetas, siendo la tortilla la más popular, aunque también pueden comerse solos.
Aceite de oliva
El aceite de oliva tiene numerosos beneficios para nuestro organismo. Según el portal web de Quirónsalud, entre los más destacados están el aumento de colesterol bueno, el efecto protector ante enfermedades cardiovasculares, la mejora del proceso digestivo —lo que ayuda a prevenir la hichazón— y también su capacidad para facilitar la absorción de calcio.
Llamado oro líquido por su riqueza nutritiva, este producto se emplea tanto para conservar otros alimentos como para cocinarlos y sazonarlos.
Pescado
Los pescados y mariscos forman parte de los alimentos más consumidos en verano, a la vez que son saludables y se pueden incluir en muchas elaboraciones, como tapas o en platos combinados. Presentan una fácil digestibilidad, son ricos en proteínas, vitaminas B y D y minerales como el yodo y el hierro. Quirónsalud recomienda un consumo semanal de 3 o 4 raciones de unos 125 o 150 gramos cada una.
