La consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, anunció hoy día 15 de Enero durante una visita a la Bodega Comarcal Valle de Güímar (Tenerife) el abono de 2,5 millones a los titulares de las bodegas con Denominación de Origen Protegida (DOP) de Canarias que se han visto afectados por las consecuencias económicas de la pandemia.Se trata de una subvención directa que tiene el objetivo de atender los efectos económicos y productivos que está ocasionando la Covid-19 entre los titulares de las bodegas inscritas en los registros de los consejos reguladores y los órganos de gestión de las DOP de las islas.La responsable regional del área explicó los pormenores de esta ayuda en el marco de una visita de trabajo para conocer el funcionamiento de una bodega que obtuvo la distinción de Mejor Vino de Canarias 2020 en el Concurso Oficial Agrocanarias con el vino Brumas de Ayosa Malvasía Aromática Dulce, además de dos medallas de oro y tres de plata. La consejera, acompañada por el presidente de la bodega José Bruno Albertos, pudo comprobar la labor que se realiza en las naves de elaboración y almacenamiento, el laboratorio y embotellado, además de la zona de viñedo, y valoró la alta calidad de una bodega que ha cosechado numerosos reconocimientos regionales, nacionales e internacionales.La consejera explicó que “2020 ha sido un año complicado para la viticultura y la enología, con bajas producciones lastradas por la sequía. Hemos incrementado las ayudas del POSEI en un 20% para compensar las pérdidas, además del abono de 2,5 millones en ayudas para las bodegas que se han visto afectadas por la falta de liquidez como consecuencia del cierre de la hostelería”. Asimismo, indicó que la Consejería “ha elaborado un diagnóstico para conocer las causas del abandono de los viñedos y atajar los problemas derivados de esta situación”.Por su parte, el presidente de la bodega, José Bruno Albertos destacó “la relevancia de una ayuda vital para un sector que se ha visto lastrado por la pandemia, de ahí la importancia de este tipo de subvenciones para continuar con una actividad de la que dependen, en nuestro caso, unas 150 familias”. Albertos espera que con las últimas lluvias “se recupere la producción y se sigan manteniendo las bodegas; las perspectivas son buenas, y esperamos que nuestros vinos estén a un nivel igual o mejor que el año pasado”.Un total de 175 bodegas de Canarias han podido acceder a esta ayuda valorada en 2,5 millones.