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Las dietas hiperproteicas aumentan el riesgo de sufrir trastornos neurológicos, según científicos

Un estudio de la Universidad de Ginebra apunta que estas dietas pueden generar un exceso de amonio en el hígado, lo que podría derivar patologías neurológicas

EFEAGRO / Redacción

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Tenedor con un trozo de carne / Foto: Canva / Las dietas hiperproteicas aumentan el riesgo de trastornos neurológicos, según científicos
Tenedor con un trozo de carne / Foto: Canva / Las dietas hiperproteicas aumentan el riesgo de trastornos neurológicos, según científicos

Las dietas hiperproteicas, como las populares "paleodietas", aumentan el riesgo de desarrollar graves trastornos neurológicos y pueden, en los peores casos, llevar al coma. Así lo han demostrado científicos de la Universidad de Ginebra (UNIGE) a través de un estudio que ha sido publicado en la revista científica Journal of Biological Chemistry.

El estudio revela que, a pesar de su eficacia para regular el peso y estabilizar la diabetes, estas dietas aumentan "enormemente" los niveles de amonio, un desecho natural resultado de la digestión de las proteínas que es eliminado en el hígado por la enzima GDH (glutamatodeshidrogenasa).

Esta enzima, que en casos normales participa en la función hepática sin problema, puede verse saturada ante la sobrecarga proteica asociada a estas dietas, causando un exceso de amonio en el hígado que puede derivar en graves patologías neurológicas.

Las bases del estudio

Alimentos propios de una dieta hiperproteica / Foto: Canva
Alimentos propios de una dieta hiperproteica / Foto: Canva

 Así, a través de un experimento llevado a cabo con ratones, los investigadores examinaron los efectos de una dieta rica en proteínas, por un lado, sobre roedores sanos y, por otro, sobre roedores que carecían de la enzima GDH, según indicó la institución educativa suiza en un comunicado.

En el caso de los primeros, los resultados demostraron que, aunque el exceso de proteínas aumentaba la producción de amonio, el hígado gestionaba correctamente este exceso gracias a la acción de la enzima GDH, que desintoxicaba el amonio antes de que pudiera causar daños.

Sin embargo, en los ratones que carecían de esta enzima, el hígado era incapaz de eliminar el exceso de amonio tóxico derivado de las proteínas."Basta un cambio de dieta de unos pocos días para observar consecuencias importantes en ellas", añade en el comunicado la científica polaca y principal autora del estudio, Karolina Luczkowska.

A la luz de los resultados de este trabajo, el profesor del departamento de Fisiología Celular y Metabolismo en la Facultad de Medicina de la UNIGE y líder de la investigación, Pierre Maechler, ha recordado la importancia de "informarse bien antes de seguir una dieta rica en proteínas" para evitar sobrecargar los metabolismos de personas cuya enzima GDH sea deficiente.

Para ello, los responsables del estudio sugieren realizar controles preventivos como, por ejemplo, someterse a un análisis de sangre que permita evaluar el correcto funcionamiento de esta enzima y los niveles de amonio en el cuerpo. 

Qué es una dieta hiperproteica

Diversos tipos de carne y huevos / Foto: Canva
Diversos tipos de carne y huevos / Foto: Canva

La dieta hiperproteica se basa en un aumento del consumo de alimentos ricos en proteínas como las carnes y los huevos, disminuyendo el consumo de alimentos ricos en carbohidratos como el pan y la pasta.

El hecho de ingerir más proteínas podría incrementar el metabolismo ayudando a quemar más calorías, además de disminuir el hambre y aumentar la sensación de saciedad, esto ocurre debido a que actúa sobre los niveles de grelina y otras hormonas que se encargan de regular el apetito, promoviendo así la pérdida de peso.

Algunos de los alimentos que se pueden comer en este tipo de dietas son las carnes magras (carnes rojas, pollo, pescados, huevos, etc. )los lácteos bajos en grasas y derivados, los vegetales, los frutos secos, las semillas o las bebidas vegetales. 

En cambio, hay que evitar cereales y tubérculos (pan, pasta, arroz, harina, patatas, etc.), granos, azúcares y alimentos que lo contengan, frutas y bebidas alcohólicas. Algunas de estas dietas son consideradas poco saludables, mientras que otras pueden ser favorables si son supervisadas por un dietista-nutricionista y se ajustan a las necesidades de cada persona.